DIEZ
CONSEJOS PRÁCTICOS
Ricard de la Casa
¿Siente
usted la necesidad de escribir? ¿De volcar fuera todo aquello que
tiene dentro? Aquí tiene unos cuantos consejos que podrán, sin
duda, ayudarle.
1.
Escribir, escribir y escribir
Uno
puede estudiar todo lo que quiera, asistir a tantos Workshops como
desee, pero no hay mejor ejercicio para progresar que escribir. Nada
puede sustituirlo. Sólo escribiendo podrá analizar sus virtudes y
errores, sólo así podrá desentrañar su estilo, sólo así
aflorará lo mejor de usted.
2.
Temas (El concepto de la página vacía)
Enfrentarse
a una página en blanco es un error, deberíamos tener ideas a punto
de desarrollar.
Aunque
escribir es también costumbre y método, es bueno que nuestra mente
este siempre en movimiento, creando mientras caminamos, comemos, es
decir mientras vivimos debemos engendrar en nuestro interior para
después volcarlo al exterior. Para ello...
-
Observe el mundo, todo es interesante, todo tiene una belleza
intrínseca. Sólo debemos acostumbrarnos a tener una mente que lo
capte.
-
Todo lo cotidiano que nos rodea es susceptible de ser tomado por
nosotros. Las personas, las situaciones, las palabras, los colores.
-
Y finalmente recuerde que no hay condiciones. Ser escritor significa
ser libre y por lo tanto puede investigar, elucubrar, probar tanto
como quiera, nuestro único límite es nuestra mente.
3.
Luchar contra el yo interior que no desea escribir.
No
se martirice pensando que usted es el único al que le cuesta
escribir. A todos (o a casi todos) nos cuesta. Para ello nada mejor
que...
-Sistematizar
el trabajo, es la mejor manera de avanzar en todos nuestros proyectos
creativos.
Así
se acostumbrará a unas rutinas que le ayudarán a escribir como
quien conduce, casi sin pensar estará escribiendo en su ordenador.
-
Quedar con amigos para leer lo escrito. Es una manera de que exista
una obligación y eso le ayudará a plantearse más seriamente la
necesidad de escribir.
-
Premiarse a si mismo después de escribir. Es una manera magnífica
de hacer las cosas. Escoja algo que le guste especialmente.
4.
Olvidarse de revisar constantemente
Ya
tendrá tiempo para eso. Revisar es interrumpir el proceso creativo.
No se ponga a revisar sin más. Sólo hágalo cuando haya concluido
el capítulo o escena (y ni eso, si siente que todo bulle en su
cabeza, no abandone por nada ni por nadie), o también cuando va a
iniciar una nueva sesión. En ese caso revisar las páginas
anteriores puede ayudarle a preparar su cuerpo y su mente para una
nueva sesión, justo colocarle con el ánimo adecuado para proseguir
la narración. Abandone simplemente la revisión en cuanto sienta de
forma incontenible que la mente se le dispara y los dedos buscan el
teclado con fruición. Esa es una sensación maravillosa.
5.
Construir el edificio por partes.
No
quiera empezar la obra sin más. Toda gran obra tiene detrás un
trabajo importante, gestando los personajes, ligando tramas,
preparando conflictos. Estudie primero las escenas necesarias para
desarrollar el argumento general. Algunos escritores parecen que
simplemente se sientan y empiezan a escribir, en realidad tienen
detrás mucha experiencia, tienen todo pensado en su cabeza y sólo
deben pasarlo a papel (y desarrollarlo por supuesto). Lo mejor es
preparar las escenas necesarias (lo que ocurre en cada una de ellas),
tener definidos los personajes y los conflictos, es decir tener la
estructura del edificio, sólo entonces podemos empezar realmente a
escribir nuestra historia.
6.
No creernos que somos unos genios ni unos desastres. Aunque también
los hay, eso no va, desde luego, con nosotros, así que podemos y
debemos trabajar para conseguir aquello que queremos. Necesitamos un
poco de paciencia, perseverancia, un poco de gusto, pero todo eso lo
podemos adquirir. Sólo hay una cosa que no la podemos substituir,
pero eso ya lo tiene, sino no estaría leyendo esto: ganas de
escribir.
7.
No utilizar la escritura para ser más interesantes a los ojos de la
gente.
La
gente utiliza todo tipo de artimañas para llamar la atención de los
demás, para sentirse importante. Usted es libre de utilizar este
método para ello, pero hay otros mucho más sencillos y tan buenos
como este, menos costosos y retorcidos. Pero si lo hace por eso y
luego resulta que usted es un gran escritor ¡bienvenido sea!
8.
Detalles reales, nunca personajes reales Parece una contradicción y
lo es. Pero existe una respuesta. Los detalles no tienen personalidad
propia, no tienen vida, en cambio las personas si, y pueden variar,
alejándolo de su personaje y usted se encontrará en un dilema, o
puede no tenerlo a mano cuando lo necesite o le interese.
Es
más sencillo tomar detalles de aquí y de allí y construir sus
propios personajes. Le garantizo que en pocas páginas cobrarán vida
propia en su mente y estarán tan vivos como los que deambulan a su
alrededor y todo eso con una enorme ventaja: ¡No le demandarán en
los tribunales por utilizar su imagen!
9.
No decir que un personaje esta triste ¡Muéstrelo!
Hay
que dar alas a los lectores para que sean ellos los que imaginen que
está ocurriendo. Esa es una regla básica, nunca diga que emociones
tienen los personajes, muéstrelos a través del diálogo, de los
gestos, de su comportamiento. Lo otro sería empobrecer el texto,
acotar la imaginación del lector.
10.
Haga que las obsesiones trabajen para usted.
Todos
tenemos problemas, todos tenemos obsesiones, manías. Una buena
manera de trabajar es conseguir que todo esto trabaje a nuestro favor
y no al contrario. Sepa sacar partido de todo aquello que le afecta y
vuélquelo en forma de experiencia a su obra. Seguro que la
enriquecerá.
11.
No escribir la Opera Prima de nuestra vida en primer lugar.
¿Dije
10 consejos? Aquí aplico el segundo consejo. Me salto a la torera la
necesidad de acabar en el punto anterior sí creo que vale la pena
hacerlo ¿tengo razón? Usted me lo dirá. Nunca debería de
enfrentarse al papel (es una posición incómoda), sino tomarlo como
un amigo en el que se vuelcan las confidencias, pero sobre todo no
debe tomarse como si uno fuera a escribir la octava maravilla del
mundo. Todo llegará y ya habrá tiempo para enfrentarse a esa
obsesión, aplique el consejo 10 y deje que de momento eso le
enriquezca y no se plantee nada muy largo, ni muy grande, ni muy
importante. Sólo después de que haya acabado, la haya revisado
valórela en su justa medida.
12.
Mantenerse en forma.
Alimente
su espíritu. Dele de comer (como a su estómago). Véase son los
amigos y charle de sus obras y de las de ellos, asista a tertulias,
acuda a congresos, conferencias, reuniones. En definitiva
enriquézcase como una forma más de mantener y acrecentar una mente
despierta y creativa. No deje que el mundo le venza. Y sobre todo
escriba, escriba y escriba.
Tomado de:
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