Cómo
escribir una buena historia para niños
Escrito
por Carl Hose | Traducido por Natalia Navarro
Escribir
historias que los niños disfruten puede ser un reto. Los cuentos
para niños van desde historias sin sentido hechas para entretener a
través de tonterías a historias que quieren enseñar a los niños
una lección mientras se divierten. Cómo cuentas la historia depende
en gran medida de la edad de tu público objetivo. Una vez que has
determinado la edad de tu público, puedes crear una historia
fascinante que capturará su imaginación y los atraerá al mundo de
la lectura.
1
Dirígete
a un grupo de edad específico. Para niños de 2 a 4 años, crea una
historia basada sobre todo en dibujos. Si tu historia es para niños
de 5 a 7 años, esboza una historia simple que muestre a un
protagonista con el que los niños de esa edad puedan identificarse y
en una situación que puedan entender. A niños de entre 8 y 12
puedes contarles historias sencillas que se inclinen a géneros
específicos, pero desde el punto de vista de un niño. Establecer tu
público es crucial para enfocarte y escribir historias con éxito.
2
Define
la historia que quieras contar. Incluso un relato simple necesita
dirección. Para niños más pequeños, la historia puede contener
sólo una o dos frases y una imagen. Siempre escribe un comienzo, un
nudo y un final.
3
Para
los niños más pequeños, presenta al personaje o personajes
principales de manera que ellos tomen parte en la historia. Intentar
presentarlos demasiado pronto hace que les sea difícil recordar.
Cuanto más edad tenga tu público, (especialmente los de 8 a 12),
más personajes podrás incluir en tu historia.
4
Escribe
situaciones dramáticas apropiadas para cada edad. Un niño o niña
perdida es un tema dramático para cualquier niño, pero funcionará
mejor en edades de 5 a 7. Para niños más grandes, un protagonista
que tiene problemas para hacerse amigos es un tema más fuerte.
Considera escribir historias livianas de fantasmas, misterio y acción
para niños de más de 10 años, con protagonistas de la misma edad.
5
Escribe
finales felices. Mientras haya un final feliz, los niños pueden
recuperarse de algo triste en la trama de tu libro. Hay mucho tiempo
para finales no felices a lo largo de la vida. Una experiencia
temprana de un niño con la lectura no necesita reflejar eso.
Consejos
y advertencias
Personifica
para lectores por debajo de 9 años. Esto significa dar a animales u
objetos inanimados habilidades humanas como hablar o moverse.
Enseñar
es bueno, pero entrelaza los mensajes a tus lectores más jóvenes de
forma natural; los mantendrá entretenidos y ayudará a que retengan
el mensaje.
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