10 CONSEJOS DE ESCRITURA PARA GUIONES
de JOSS WHEDON
(Dirigidos a guionistas, pero pueden ser útiles para creativos en general)
En 2006, el guionista Joss Whedon (Buffy Cazavampiros, Avengers) formuló diez consejos de escritura durante una entrevista con Catherine Bray para la revista británica Hotdog. Aquí los tienes traducidos al español por Carlos Crespo.
1. TERMÍNALO
Pues sí, terminarlo es lo que voy a poner el número uno. Igual te hace gracia, pero es así. Tengo muchos amigos que han escrito dos terceras partes de un guión y las han reescrito durante unos tres años. Terminar un guión es, lo primero, muy difícil pero luego es algo muy liberador. Incluso si no es perfecto y aunque sepas que tendrás que darle una vuelta, teclea hasta el final. Necesitas poder darlo por terminado.
2. ESTRUCTURA
Estructura significa que sabes lo que estás haciendo, asegurarte de que no te vas por las ramas. Hay algunas películas geniales hechas por gente que divaga, como Terrence Malick y Robert Altman, pero hoy eso apenas se hace y yo no lo recomiendo. Soy muy pesado con la estructura. De hecho, yo me hago tablas. ¿Dónde están los chistes? ¿El suspense? ¿El romance? ¿Quién sabe qué, y cuándo? Necesitas que estas cosas pasen en los momentos adecuados y en base a eso has de construir tu estructura: cómo quieres que se sienta el espectador. Tablas, gráficos, bolígrafos de colores… cualquier cosa que te ayude a no quedarte ciego ayuda.
3. TEN ALGO QUE DECIR
En realidad, este consejo debería ser el número uno. Incluso si estás escribiendo una copia de La Jungla de Cristal, ten algo que decir sobre las copias de La Jungla de Cristal. La cantidad de películas que no son sobre lo que pretenden ser es asombrosa. Es raro, sobre todo si hablamos de género, encontrar una película con una idea y no simplemente “una peli que dará lugar a una franquicia muy maja”. The Island se convierte en una película con persecuciones de coches y los momentos que más se disfrutan son aquellos con clones que te hacen pensar: “¿Qué se sentirá al ser uno de estos?”.
4. TODO EL MUNDO TIENE UNA RAZÓN PARA VIVIR
Todo el mundo tiene una perspectiva. Todos los personajes de tu escena, incluido el matón que acompaña a tu villano, tiene un motivo. Tienen su propia voz, su propia identidad, su propia historia. Si un personaje habla de tal forma que parece como que le está preparando la frase al próximo personaje en hablar eso no es diálogo: eso son fragmentos de sonido. No todo el mundo tiene que ser gracioso, no todo el mundo tiene que ser mono, no todo el mundo tiene que ser encantador y no todo el mundo tiene ni que hablar, pero si no sabes quién es cada personaje ni por qué está ahí, por qué sienten lo que sienten y por qué hacen lo que hacen entonces tienes un problema.
5. CORTA AQUELLO QUE TE ENCANTA
He aquí un truco que aprendí muy pronto. Si algo no funciona, si has construido una historia que se ha atascado y no ves por dónde puede salir, coge tu escena favorita o tu mejor idea o tu mejor pieza y córtala. Es brutal, pero a veces es también inevitable. Igual ese trozo que cortas acaba volviendo al guión, pero así de primeras cortarlo es un ejercicio tremendamente liberador.
6. ESCUCHA
Cuando me han contratado como analista de guión, ha sido normalmente porque alguien no ha sido capaz de llevar el guión al siguiente nivel. Es verdad que los escritores son a veces reemplazados por ejecutivos que no saben qué hacer y eso es terrible, pero lo cierto es que en la mayoría de guiones en los que he trabajado ha sido porque hacía falta, tanto si fui capaz de ayudar como si no. A menudo es porque alguien se bloquea, se queda anquilosado y tan atascado que no es capaz ni de ver a la gente que tiene alrededor. Es importante saber cuándo tienes que hacerle caso a tu intuición, pero también es muy importante saber escuchar a absolutamente todo el mundo. Incluso la persona más imbécil puede de repente tener la mejor idea.
7. TEN EN CUENTA EL ESTADO DE ÁNIMO DEL PÚBLICO
Tienes un objetivo: conectar con el público. Por lo tanto, tienes que recordar siempre lo que el público estará sintiendo en cada momento. Uno de los mayores problemas a los que me enfrento cuando veo películas de otra gente es que yo les digo “esta parte me confunde” o algo así y ellos me dicen “lo que pretendo decir es esto” y empiezan a hablarme de sus intenciones. Pero nada de eso que me cuentan tiene que ver con mi experiencia como espectador. Tienes que pensar igual que va a pensar el público. Van al cine y o son conscientes de que se les ha dormido el culo o no lo son. Si tú haces bien tu trabajo, no son conscientes. Mucha gente piensa que los pases de prueba con público son terribles, pero eso es porque muchos estudios gestionan muy mal este momento. Se acojonan y vuelven a rodar escenas o se ponen en plan “vaya, Brasil no puede acabar mal” y ahí viene el horror. Pero bien hecho, el pase de prueba sirve de mucho.
8. ESCRIBE LA PELÍCULA
Escribe la película tanto como puedas. Si hay algo exuberante y extenso, descríbelo con todo lujo de detalles; si algo no es demasiado importante, escríbelo como de pasada. Que la lectura de tu guión sea lo más parecida posible a la película. Esto te ahorra trabajo a ti, al director y a los productores que quieren saber “cómo será este guión cuando lo pongamos en pie”.
9. NO ESCUCHES
Ya te he dado el consejo de que escuches, por eso ahora tengo que darte el consejo contrario, porque al final el mejor resultado viene cuando alguien manda el sistema a la mierda, hace lo inesperado y deja que su propia voz entre en ese engranaje que es hacer películas. Elige cuando luchar por algo. No existiría Paul Thomas Anderson o Wes Anderson o gente como ellos si hacer películas fuera una ciencia perfecta. Pero el proceso tiende a llevarte en esa dirección, te intenta homogeneizar y ahí es donde deberás luchar y oponerte. Hubo un momento mientras hacíamos Firefly en que tuve que pelear varios detalles con la cadena porque cambiaban tantas cosas que habían empezado a crear una serie que ya no sera la mía.
10. NO TE VENDAS
El primer penique que gané, lo ahorré. Y así me aseguré de que jamás tendría que aceptar un trabajo solo porque me hacía falta el dinero. Por supuesto que seguía necesitando trabajar, pero me podía permitir aceptar los encargos que me gustaban. Cuando digo que esto incluye Waterworld la gente me pone caras raras, pero como idea para una película Waterworld es maravillosa. Cualquier cosa puede ser buena. Incluso El último gran héroe podría haber sido buena. Casi en cualquier película hay una idea que merece la pena en alguna parte: si puedes encontrar ese algo que te guste, entonces puedes hacerlo. Si no lo encuentras, entonces no importa lo habilidoso que seas: eso se llama prostituirse.