De un manual de escritura clásico y muy práctico, el libro Escribir.Manual de técnicas narrativas de Enrique Páez,hicimos el ejercicio de extraer las recomendaciones que aparecen al final de cada capítulo. Es un abrebocas para un excelente recopilación de consejos literarios aterrizados, coherentes y pragmáticos, que no dudamos en recomendar de manera entusiasta para todos los interesados en el arte de escribir.
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La memoria literaria
1.
La memoria de las experiencias personales alimenta la realidad
literaria.
2.
La selección y combinación de todos los registros de la memoria
sensorial sirven al escritor como fuente de inspiración.
3.
La ficción literaria hilvana cuidadosamente los retazos que la
memoria rasga de la historia personal.
4. La memoria literaria da vida a las sensaciones y recuerdos del pasado que el escritor de ficción infiltra entre sus narraciones, muchas veces sin afán autobiográfico.
4. La memoria literaria da vida a las sensaciones y recuerdos del pasado que el escritor de ficción infiltra entre sus narraciones, muchas veces sin afán autobiográfico.
5.
La escena, en la que se han tomado elementos de la realidad, requiere
de la consistencia de tiempo, espacio, lugar y personajes, que
permita al relato avanzar.
6.
Escribir a partir de los recuerdos personales es como escuchar la
memoria del corazón.
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Historias entrecruzadas
1.
En la ficción literaria, como en la vida real, las historias no
pueden ser planas ni existir en una sola dimensión.
2.
Para que una historia sea «de carne y hueso», sus personajes deben
interactuar con otros, moverse en diferentes espacios, asumir
distintos roles o coexistir en un mundo en el que otros lugares y
personas los afecten, influyan en sus decisiones, en su lógica.
3.
Las historias secundarias justifican, delimitan pero también amplían
el entramado principal de la narración. Son paralelas, simultáneas,
pero no piezas sueltas.
4.
Las historias secundarias deben cumplir el papel de relacionar al
protagonista con el mundo que le circunda, situarlo en medio de
ambientes y complejidades próximos a su «existencia». Deben ser
creíbles y otorgar ese carácter a la narración en su totalidad.
5.
El punto de vista del narrador puede también marcar la importancia y
el rumbo de la historia central.
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El plagio creativo
1. El plagio literario,
entendido como un ejercicio de reinterpretación de lo sustancial en
una historia, de recreación de lo escrito, no debe descartarse a la
hora de elaborar un inventario de recursos creativos que debes tener
a la mano para empezar a escribir.
2. Puedes emplear el
procedimiento del plagio creativo como técnica para comprender la
estructura narrativa de la historia, concebir los personajes y
desarrollar tu propio punto de vista.
3. Escritores de amplia
trayectoria reconocen haber imitado, en un primer momento, las
narraciones de otros más célebres, como guía para la búsqueda de
un tono más personal.
4. Aunque el texto o la idea
original no te pertenezcan, aprópiatelos, hazlos tuyos y
transfórmalos en relatos nuevos. Al fin y al cabo, la literatura es
patrimonio de la humanidad.
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Los ejercicios de estilo
1. Hacer ejercicios de estilo,
ser capaz de contar una misma historia de varias maneras distintas,
es una cualidad indispensable para todo escritor. De lo contrario
estará condenado a escribir siempre en el mismo registro, y será
incapaz de dotar de distintas voces a sus personajes.
2.Existen infinitas
posibilidades de variación alrededor de la idea central de una
historia que resultan de cambiar los signos expresivos, la
composición de las oraciones, el tiempo de conjugación de los
verbos, el punto de vista de los personajes, el ánimo del narrador,
los niveles lingüísticos, el género de los personajes, las figuras
retóricas, los diálogos y todo lo que esté a tu alcance creativo.
3. El tono y el estilo surgen
de la historia. El autor es un médium con facultad para invocar
ambientes, épocas, sonidos, nombres, seres que solo existen en la
realidad del texto literario. Si no dominas la escritura en distintos
tonos, no podrás escoger el apropiado.
4.Si buscas tener la impronta
de tu escritura, no lo hagas a través de la reiteración, sino a
través de la exploración de las múltiples posibilidades
expresivas del lenguaje.
15 El diario íntimo
1. Que tu intimidad no te
intimide. Al llevar al papel lo que te reservas para ti mismo hazlo
con la confianza que otorgan las palabras y el poner nombre propio a
tus experiencias y sensaciones.
2. Un diario tiene, al mismo
tiempo, efectos retroactivos y prospectivos. Te da una visión del
pasado, pero también alimenta tu capacidad imaginativa.
3. El diario personal es la
gimnasia del escritor creativo.
4. En el silencio de un diario
personal, escucharás nuevas voces a las que querrás aproximarte con
la curiosidad de conocerlas a fondo, de justificarlas o de
atribuirlas a personajes y situaciones de la ficción. Otra forma de
adentrarse en la realidad literaria.
5. Existen multitud de relatos
y novelas que adoptan la estructura de un diario ficticio.
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Planificación o brújula
1. Situaciones, personajes,
conflictos, pueden dar pie a la necesidad de sentarse a escribir.
Someterse a la incertidumbre de lo que va surgiendo a medida que
avanza el relato es escribir con brújula. La brújula solo te dará
la orientación de los diferentes puntos cardinales a los que podrá
llegar tu historia. 2. Para recorrer el terreno de la narración no
solo requieres la brújula. Es conveniente también tener un mapa:
una guía que te permita ubicar con facilidad los puntos de giro,
núcleos y secuencias de las acciones, tal como lo harías al
planificar un viaje hacia tierras desconocidas.
3. La sinopsis argumental, la
división por capítulos, las fichas de personajes... sirven para dar
un orden a tu relato, pero no son una camisa de fuerza que impida
que, a medida que la historia avanza, te sorprendan detalles no
contemplados en el plan inicial. Deja que la historia se escriba
desde
4. dentro. Encárgate de
cuidar el tono, la cronología, los fenómenos causaefecto, el punto
de vista, para evitar que se vaya de tus manos.
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La estructura interna del relato
1. Los núcleos, catálisis,
indicios e informantes constituyen los factores estructurantes de tu
relato.
2. Diferencia claramente la
función que cumple cada uno de estos elementos en el desarrollo de
la historia.
3. Las acciones, las
cualidades y los datos accesorios dan unidad al relato, y por esto
debes evitar que sean un colage de palabras.
4. El significado y los
factores de causa-efecto en una historia se dan a través de los
indicios y los núcleos.
5. Una historia sin, al menos,
dos núcleos o puntos de giro es solo una descripción de
acontecimientos o atributos de los personajes que no retiene el
interés del lector.
6. Haz que lo que cuentas
tenga significado: que represente algo para el lector, más que una
imagen, una sensación, un sentimiento, un estado del ser
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Los andamios narrativos
1.Tema, argumento y trama son
los andamios que debes levantar antes de comenzar un relato o una
novela. No es la única manera de hacerlo, pero sí una de las más
recomendables.
2. A veces el tema no aparece
hasta que la escritura del libro está muy avanzada, pero eso no
quiere decir que no exista. No conviene obsesionarse con el tema,
pero tampoco es recomendable que haya muchos temas.
3. Un argumento bien
planificado y detallado permite que no existan tiempos muertos en la
historia que quieres escribir. Las novelas sin argumento previo se
caen con demasiada frecuencia de las manos del lector.
4. La trama solo puede surgir
a partir de un argumento detallado. Es la parte más difícil. Pero
con una buena trama la escritura se convierte en un paseo delicioso.
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Cómo espesar un argumento
1. Las ideas para novelas o
relatos son como alimentos que se rumian. Primero llegan a tu mente
como impresiones o percepciones, pero luego tienes que escribirlos
para hacer la digestión.
2. Pon a fermentar tus ideas:
deja que se transformen, que se les revuelquen los ánimos, que se
contradigan, que se nieguen o que se afirmen. En cualquier caso,
tienes allí todas las posibilidades para un relato. Deja que las
ideas, como los personajes, crezcan o desaparezcan.
3. Mete a tus personajes en
aprietos, hazles saltar obstáculos, resolver dilemas y tomar
decisiones. Con ello conseguirás insuflarles vida a esos seres,
aunque sea en la realidad literaria.
4. Pero, por espeso que sea,
tu relato no puede resultar inexpugnable. La densidad debe ser una
cualidad, no un defecto. Recuerda que espesar un argumento es
complicarles la vida a los personajes, no a los lectores.
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Detrás de una nube
1.Como el niño que quiere
escuchar un cuento antes de dormir, por lo general el lector quiere
escuchar una historia, y no una voz que se sitúe por encima de la
historia.
2. El narrador en tercera
persona se distancia de las situaciones y de los personajes, pero no
por eso los conoce menos. Es precisamente quien tiene la visión más
completa de lo que sucede e, incluso, de lo que piensan quienes
habitan la ficción.
3. El narrador omnisciente no
ignora absolutamente nada del relato. Todo está a su alcance: las
reacciones, los sentimientos, los pensamientos, las percepciones, el
pasado y el futuro.
4. Gracias a su conocimiento
absoluto de los personajes del relato, el narrador omnisciente puede
opinar, reflexionar, adivinar, presagiar, sugerir, ocultar y hasta
persuadir o manipular al lector para que tome partido por unos
personajes y no por otros.
5. El narrador equisciente
tiene una presencia más objetiva dentro del relato. Se limita a
mostrar a los personajes en movimiento, sin alterar el ritmo de la
acción.
Primera parte:
http://decalogosliterarios.blogspot.com.co/2015/05/escribir-manual-de-tecnicas-narrativas.html
Segunda
parte:http://decalogosliterarios.blogspot.com.co/2015/10/escribir-manual-de-tecnicas-narrativas.html