ANTOLOGIA DE DECALOGOS LITERARIOS

"Los Diez Mandamientos, considerados útiles reglas morales para vivir en sociedad, tienen un excelente uso literario. El escritor, al contar sus historias, debería hacer que sus personajes violen constantemente estos mandamientos, en conjunto o por partes. Mientras alguien robe, mate, mienta, fornique, blasfeme o desee a la mujer del prójimo tendremos un conflicto y en consecuencia una historia que contar. Por el contrario, si sus personajes se portan bien, no sucederá nada: todo será aburridísimo."
Fernando Ampuero


Uno de los más interesantes y que recoge más sabiduría, tiene un solo postulado. Se lo leí a Alejandro Quintana y dice:

"Porque en realidad ya se ha contado todo; lo novedoso es contarlo de forma interesante".

Es muy común que los escritores, cuando gozan de cierto reconocimiento, decidan organizar sus ideas en forma de recomendaciones que suelen enumerar en listas, generalmente en forma de decálogos, muy a manera de configurar una suerte de "Tablas de la Ley"o de "Diez Mandamientos" , en los que pontifican,-con razón o sin ella, en concordancia con su prestigio y sabiduría o apenas haciendo gala de una vana pretensión un tanto ególatra- sobre sus verdades decantadas acerca del oficio de escribir.

Unos condensan verdaderas sentencias, otras son apenas esbozos que naufragan en su propia babosería; unos son un compendio de ingenio, otros verdaderos destellos de humor, mientras algunos apenas sí resbalan como peligroso chascarrillo en el reino del lugar común.

De todas maneras, en esta página recopilamos algunos de ellos, como elemento para el análisis y estudio de los interesados en el ejercicio de escribir. Muy recomendado para aprendices y aficionados, para lectores desprevenidos, para alumnos de talleres literarios y para todos los que se deleitan del bello arte de la Literatura.

Al final citamos los más ingeniosos, clásicos, reconocidos o polémicos.

Lo que comenzó como un divertimento, pasó a ser una disciplina que permite enriquecer la teoría de la creación literaria, en la voz de los maestros. La idea original parte de la página www.emiliorestrepo.blogspot.com
Comentarios y aportes, favor remitirlos a emiliorestrepo@gmail.com

jueves, 23 de octubre de 2014

Decálogo del cinéfilo Andrés Burgos

Decálogo del cinéfilo
Andrés Burgos

Uno. Si la película es rusa y en blanco y negro, no hay que comprar crispetas a la entrada.
Dos. Resulta conveniente evadir las películas latinoamericanas donde salen prostitutas intelectuales, que declaman o sueltan datos enciclopédicos. Existe allí una alta posibilidad de que también aparezca una gallina caminando sobre una mesa o algún personaje haga el chiste sobre la contradicción de la inteligencia militar.
Tres. Los susurros resultan más importantes en las películas de acción que en las intimistas.
Cuatro. La cámara como protagonista equivale al lenguaje como protagonista en un libro. Juzgue usted.
Cinco. Amo profundamente las películas orientales, en especial las coreanas. Pero eso de saberse muchos directores, teniendo claro cuál es el nombre y cuál el apellido, es francamente no tener nada más que hacer.
Seis. Que la cámara se levante, en un movimiento de grúa, mientras un personaje grita adolorido al cielo es una imagen que ya solamente se puede permitir la comedia. No importa que Clint Eastwood lo haya hecho en Mystic River.
Sete. El talento de un director mucho le debe a la capacidad de rodearse de la gente adecuada.
Ocho. La posibilidad de que el cine gringo salga con una escena erótica memorable está en proporción directa con la eventualidad de que los franceses logren una de comedia.
Nueve. Si a uno le dicen que una película hay que verla leyendo su contexto, la cosa no pinta nada bien.
Diez. Vade retro a quien no le gustó Toy Story.


Aparte tomado de:



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