ANTOLOGIA DE DECALOGOS LITERARIOS

"Los Diez Mandamientos, considerados útiles reglas morales para vivir en sociedad, tienen un excelente uso literario. El escritor, al contar sus historias, debería hacer que sus personajes violen constantemente estos mandamientos, en conjunto o por partes. Mientras alguien robe, mate, mienta, fornique, blasfeme o desee a la mujer del prójimo tendremos un conflicto y en consecuencia una historia que contar. Por el contrario, si sus personajes se portan bien, no sucederá nada: todo será aburridísimo."
Fernando Ampuero


Uno de los más interesantes y que recoge más sabiduría, tiene un solo postulado. Se lo leí a Alejandro Quintana y dice:

"Porque en realidad ya se ha contado todo; lo novedoso es contarlo de forma interesante".

Es muy común que los escritores, cuando gozan de cierto reconocimiento, decidan organizar sus ideas en forma de recomendaciones que suelen enumerar en listas, generalmente en forma de decálogos, muy a manera de configurar una suerte de "Tablas de la Ley"o de "Diez Mandamientos" , en los que pontifican,-con razón o sin ella, en concordancia con su prestigio y sabiduría o apenas haciendo gala de una vana pretensión un tanto ególatra- sobre sus verdades decantadas acerca del oficio de escribir.

Unos condensan verdaderas sentencias, otras son apenas esbozos que naufragan en su propia babosería; unos son un compendio de ingenio, otros verdaderos destellos de humor, mientras algunos apenas sí resbalan como peligroso chascarrillo en el reino del lugar común.

De todas maneras, en esta página recopilamos algunos de ellos, como elemento para el análisis y estudio de los interesados en el ejercicio de escribir. Muy recomendado para aprendices y aficionados, para lectores desprevenidos, para alumnos de talleres literarios y para todos los que se deleitan del bello arte de la Literatura.

Al final citamos los más ingeniosos, clásicos, reconocidos o polémicos.

Lo que comenzó como un divertimento, pasó a ser una disciplina que permite enriquecer la teoría de la creación literaria, en la voz de los maestros. La idea original parte de la página www.emiliorestrepo.blogspot.com
Comentarios y aportes, favor remitirlos a emiliorestrepo@gmail.com

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miércoles, 18 de agosto de 2021

OPINIONES LITERARIAS DE RAY BRADBURY

Ray Bradbury (WaukeganIllinois22 de agosto de 1920 - Los ÁngelesCalifornia5 de junio de 2012)12​fue un escritor estadounidense de misterio del género fantásticoterror y ciencia ficción. Principalmente conocido por su obra Crónicas marcianas (1950)3​y la novela distópica Fahrenheit 451 (1953). En teoría literaria, destaca su obre ZEN, el arte de escribir (Zen in the art of writing, 1990, Citamos de google books: Once exuberantes ensayos sobre el placer de escribir por uno de los más imaginativos y prolíficos autores del siglo XX, un escritor que disfruta en verdad de su oficio y nos explica por qué y cómo. Bradbury examina con sabiduría y entusiasmo toda una vida dedicada a la creación y la composición de docenas de cuentos, novelas, guiones de películas, obras de teatro, programas de televisión y musicales. Refrescantes y directos, los once ensayos tienen un tema único y común: escribir es una celebración, no una pesada tarea. No se detienen, como otros libros sobre el arte de escribir, en minucias técnicas ni en cómo presentar una página, sino que Bradbury nos habla de la fiebre, el ardor, la felicidad que él ha encontrado en el acto de escribir y que pueden ser nuestros. La necesidad de plasmar en el papel aquello que resta sumergido en el inconsciente durante tanto tiempo no puede ser una ardua tarea dirigida a lectores o críticos, sino a uno mismo. Detalles autobiográficos, junto con la búsqueda de las Musas, el impulso de plasmar deseos y motivaciones en equilibrio con unos personajes vivos, fiel a lo que él llama sus impulsos inconscientes y recuerdos, todo ello tiene cabida en el proceso creativo de Ray Bradbury. Los lectores de Bradbury se deleitarán al descubrir cómo surgieron algunas de sus novelas y sus colecciones de relatos cortos.


1.Yo no inventé el futuro:

«Se me han acercado japoneses para ponerme un walkman en las orejas y decirme: "¡Con Fahrenheit 451 usted inventó esto, señor Bradbury!” Mi respuesta fue: "No, gracias". Estamos rodeados de demasiados juguetes tecnológicos, con Internet, los ipod, los ipad… La gente se equivocó. Yo no traté de prever, sino de prevenir el futuro. No quise hablar de la censura sino de la educación que el mundo tanto necesita. Podemos salvar a Estados Unidos, gracias a los niños, si les enseñamos a leer y a escribir a partir de los 3, 4, 5 años para que lleguen a la escuela primaria sabiendo leer. Después, es muy tarde. Cuando en realidad, ya desde muy pequeños, queremos leer las palabras de las historietas».

2.Escribo por amor:

«Lo que funda toda escritura es el amor, es hacer lo que amamos y amar lo que hacemos. Y olvidarse del dinero. En mis comienzos, yo ganaba 30 dólares por semana, y mi novia era rica, pero le pedí que hiciera voto de pobreza para casarse conmigo. No teníamos ni automóvil ni teléfono, vivíamos en un departamento pequeño en Venice, pero la estación de servicio de enfrente tenía una cabina telefónica. Iba corriendo a atender cuando sonaba y la gente creía que me llamaba a mi oficina. Yo les repito: “Rodéense de personas que los quieran, y si no los quieren, échenlos. No hay necesidad de ir a la Universidad, donde no se aprende a escribir. Vayan más bien a las bibliotecas”. Yo escribí Fahrenheit 451 porque había oído hablar del incendio de la biblioteca de Alejandría y de los libros quemados por Hitler en Berlín. Escribo todos los días, cada mañana, desde hace setenta años. ¡No paro! Y escribo para el teatro desde hace cuarenta y cinco años; me encanta».


3.No leo ciencia ficción:

«Me he pasado los últimos setenta años de mi vida jugando porque para mí la literatura no es un trabajo. Si leo ciencia ficción cometería incesto. Quien se dedica a leer en el campo en el que escribe o trabaja es un mal escritor. Raymond Chandler, maestro de la novela negra, bebió en las fuentes de William Shakespeare, Pirandello, Lorca».

4. Amo la poesía:

«He leído muchísima poesía a lo largo de mi vida y, como es metafórica, simbólica y sensorial, me ha servido de agran ayuda en mi trabajo. Recuerdo un ensayo de José Luis Garci titulado Ray Bradbury, humanista del futuro. Olvidándose de clichés y tópicos al uso, José Luis Garci supo reflejar el hecho de que uno no es solo un escritor de ciencia ficción, yo no me considero así, sino que puede ser perfectamente un hombre al que le gusta el teatro, la poesía, la cultura, en general, que siempre es maravilloso.

5. Hay que tener mucho cuidado con los intelectuales:

«En mis obras no he tratado de hacer predicciones acerca del futuro, sino avisos. Es curioso, en mi país cada vez que surgía un problema de censura salía a relucir como paradigma de la libertad Farenheit451. Los intelectuales, ya sean de derechas o de izquierdas, siempre tienen miedo a lo fantástico porque les parece tan real ese mundo que creen que estás intentando engañar y, evidentemente, así es. Creen que es malo para los niños vivir en un mundo de fantasía cuando en realidad es bueno: todos tenemos una vida interior fantástica muy rica. Vivimos en un mundo que nos absorbe con sus normas, con sus reglas y la burocracia, que no sirve para nada. Hay que tener mucho cuidado con los intelectuales y los psicólogos, que te intentan decir lo que tienes que leer y lo que no».

6. Mi esqueleto resultó ser Steinbeck:

«Yo aprendí a leer a los tres años para disfrutar de las caricaturas. Amo las tiras cómicas, las caricaturas de los domingos y tuve un libro de cuentos de hadas cuando cumplí los cinco años, y me enamoré de la lectura, y de todas esas maravillosas historias como La bella y la bestia y Jack y la habichuela mágica. Así que comencé con la fantasía. A los tres años ví mi primera película y me enamoré de El Jorobado de Notre Dame. Esperaba crecer para ser jorobado. Después, con cinco años vi El fantasma de la ópera, con Lon Chaney, y cuando tenía seis vi una película de dinosaurios, y los dinosaurios llenaron mi vida. Cuando tenía treinta y tres años trabajé en Moby Dick porque me había enamorado con seis de los dinosaurios. Mi gran influencia fue John Steinbeck. Leí Las uvas de la ira con diecinueve años y me dí cuenta de que había aprendido de ellas y Steinbeck resultó ser mi esqueleto».

7. La vida es un don:

«Y así debemos disfrutarla. Esta es una oportunidad gloriosa. Sólo estaremos aquí una vez. He tenido la oportunidad de escribir cada vez que siento que tenía un propósito. ¿Y cuál fue mi objetivo cuando escribí tal o cual artículo? Escribir el mejor artículo que se haya escrito hasta ese momento, escribir la mejor historia nunca publicada. No sé si lo habré logrado. Ustedes, mis queridos lectores, deciden».

8. Encontré mi amor en una librería:

«Conocí a una hermosa muchacha en una librería, se me acercó y la invité a un café. La llevé a cenar y me enamoré de ella, y de los libros que tenía. La tomé y le pedí casamiento un año después porque yo no tenía nada, y ella era una chica rica. Y dejó todo su dinero para convertirse en pobre como yo. Estaba en desventaja sin teléfono, sin coche, pero vivimos del amor, de los libros, y de mi escritura. Esa es la respuesta de la vida. Si pueden encontrar una persona para amar que ame la vida tanto como ustedes atrápenla fuerte y cásense con ella. No tengan la menor duda».

9. Aprender de la Historia:

«Debemos aprender de la Historia acerca de la destrucción de libros. Cuando yo tenía quince años Hitler, quemó libros en las calles de Berlín. Eso me aterró porque era un bibliotecario (hombre de libros) y estaban tocando mi vida, todas esas grandes obras, toda esa gran poesía, todos esos maravillosos artistas, esos grandes filósofos. Luego me enteré de que Rusia estaba quemando libros "detrás de escena", de tal forma que la gente no se enteraba. Y estaban matando a los autores. Y aprendí que si no tienes libros no puedes ser parte de una civilización ni de una democracia».

10. Mi obituario:

«Aquí yace Ray Bradbury, un tipo que amó completamente la vida»


Mas de este maestro:

CONSEJOS: 

https://decalogosliterarios.blogspot.com/2014/10/tetradecalogo-de-ray-bradbury.html

https://decalogosliterarios.blogspot.com/2014/10/consejos-para-jovenes-escritores-ray.html


jueves, 23 de octubre de 2014

"TETRADECALOGO" DE RAY BRADBURY

"TETRADECALOGO" DE RAY BRADBURY

En su libro LA PAGINA ESCRITA, el escritor catalán Jordi Sierra i Fabra cita varios decálogos, que también aparecen en este blog. Uno de ellos llama la atención, resumen de las lecturas del libro ZEN, en el que Bradbury habla de su técnica literaria. Aquí el condensado.


“ .... Yo haría imprimir estas frases y se las haría mamar a todas las próximas generaciones de futuros novelistas. Las he agrupado en cuatro bloques, uno sobre lo que es escribir y ser escritor, otro sobre el sentimiento y las pasiones que por lo general tiene o dominan al autor, un tercero referido al éxito y al fantasma del fracaso, y un cuarto que habla de las imágenes y las sensaciones, pues toda la literatura es imagen en la mente del creador, o pasa a ser imagen cuando el cine o la televisión se apoderan de la historia. Los cuarenta principios básicos son éstos:

Escribir y ser escritor

1. Al escribir, uno recuerda que “está” vivo, y que eso es un privilegio.
2. No escribir, para muchos de nosotros, es morir.
3. Escribir es una forma de supervivencia.
4. Si no escribiese todos los días, uno acumularía veneno, y empezaría a morir, o a desquiciarse, o las dos cosas.
5. Uno tiene que mantenerse borracho de escritura para que la realidad no lo destruya.
6. Una hora de escritura es un tónico
7. Si dejo de escribir un solo día, me pongo inquieto.
8. Sabio es el escritor que conoce su inconsciente.
9. Cuando la muerte reduce la marcha de otros, uno tiene que preparar deprisa un trampolín y saltar de cabeza a la máquina de escribir.
10. El primer deber de un escritor es la efusión: ser una criatura de fiebres y arrebatos.
11. En la rapidez está la verdad. Cuando más deprisa escriba, más sincero seré.
12. Escribo todas mis novelas en un chorro de pasión deliciosa.
13. Hay escritores que tardan años en dar con la historia original que llevan dentro; otros apenas unos meses.

Sentimientos y pasiones

14. No hace falta que te deprimas. No hace falta que te preocupes. No hace falta que empujes. Las ideas te siguen. Cuando bajan la guardia y están listas para nacer, me doy la vuelta y las atrapo.
15. Trabajo. Relación. ¡No pensar! (...porque eso implica MÁS relajación, MÁS espontaneidad y una mayor creatividad).
16. El mundo intenta darte alcance y asquearte.
17. Saber divertirse trabajando.
18. Hay ideas en cualquier lugar.
19. Me fascinan los viejos
20. En los libros de poesías hay ideas por todas partes.
21. Vivimos en una cultura y en una época tan inmensamente ricas en basuras como en tesoros.
22. Todo lo que se hace, hay que hacerlo con entusiasmo.
23. Fiebre, ardor, delicia.
24. Para alimentar a la Musa, es preciso haber tenido siempre hambre de vida, desde niño.
25. Todos necesitamos que alguien más alto, más sabio, más viejo nos digo que a fin de cuentas no estamos locos.
26. Soy esa rareza de feria, el hombre con un niño dentro que lo recuerda todo.
27. Hace mucho que aprendí que yo no veo de manera directa, que el que sobre todo se “embebe” es mi inconsciente.
28. Si todo esto parece mecánico, no lo es. Me guían las ideas. Cuanto más hago, más quiero hacer. Uno se vuelve voraz. Le entran fiebres. Conoce júbilos.
29. Yo creo que finalmente la cantidad redunda en la calidad.
30. La cantidad da experiencia. Sólo de la experiencia puede surgir la calidad.
31. El trabajo del artista es tan arduo que un cerebro que vive por su cuenta acababa desarrollándose en los dedos.
32. Lo que estamos intentando es encontrar una forma de liberar la verdad que todos llevamos dentro.
33. Que el mundo arda a través de uno mismo.

Éxito y fracaso

34. Hacer es ser. Haber hecho no basta. Abarrotarse de hacer: ése es el juego.
35. Más que pensar mucho en mi camino, he hecho cosas y he descubierto quién era y qué era después de hacerlas.
36. No hay nada que fracase. Todo continúa. Se ha hecho el trabajo. Si está bien, uno aprende. Si está mal, aprende todavía más. El único fracaso es detenerse. No trabajar es apagarse, endurecerse, ponerse nervioso. No trabajar daña el proceso creativo.
37. Deberíamos recordar que la fama y el dinero son dones que ese nos otorgan sólo “después” de que hayamos brindado al mundo nuestros dones mejores, nuestras verdades solitarias e individuales.
38. La flecha debe volar hacia un objetivo que nunca hay que tener en cuenta.

Imágenes y sensaciones

39. Toda la vida he pertenecido a las películas. Soy hijo del cine. Empecé a los dos años y he visto todas las películas que se han hecho. Estoy atiborrado. A los diecisiete años veía doce o catorce películas por semana. Diablos, es un montón de películas. Lo cual significa que he visto todo, entre otras cosas, la basura. Pero está bien. Es una forma de aprender. Uno tiene que aprender cómo no se hacen las cosas. Ver sólo películas excelentes no sirve para educarse.
40. Un director de cine se pasa el tiempo procurando que cuarten o cincuenta personas lo quieran o le tengan miedo, o las dos cosas a la vez. Yo estoy acostumbrado a levantarme, correré a la máquina de escribir y en una hora he creado un mundo. No tengo que esperar a nadie.”




Consejos para jóvenes escritores - Ray Bradbury

Consejos para jóvenes escritores
Ray Bradbury

1. No empieces escribiendo novelas. Llevan demasiado tiempo. Comienza tu escritura con relatos cortos, al menos uno a la semana. Dedica un año a hacerlo; Ray dice que es imposible escribir 52 malas historias seguidas. Él esperó hasta tener 30 años antes de escribir su primera novela, Fahrenheit 451. “Valió la pena la espera, ¿verdad?”

 2. Puedes amarlos, pero no puedes ser ellos. Ten en cuenta que, inevitablemente, consciente o inconscientemente, intentarás imitar a tus escritores favoritos, del mismo modo que él intentó imitar a H.G. Wells, Jules Verne, Arthur Conan Doyle o L. Frank Baum.

 3. Examina los cuentos de “calidad”. Bradbury sugiere Roald Dahl, Guy de Maupassant, o los menos conocidos Nigel Kneale y John Collier. Sin embargo, el material de hoy en día del New Yorker no le parece recomendable, ya que le parece que sus historias no contienen metáforas.

 4. Amuebla tu cabeza. Ray Bradbury sugiere un curso de lectura a la hora de dormir: un cuento, un poema (pero de Pope, Shakespeare o Frost, no “basura” moderna), y un ensayo. Estos ensayos deben provenir de diversidad de campos, incluidas la arqueología, zoología, biología, políticas y literatura. Tras mil noches, estarás lleno de cosas!

 5. Aléjate de los amigos que no creen en ti. ¿Se meten con tus ambiciones de escritura? Despídelos sin demora.

 6. Vive en la biblioteca. Ray no fue a la universidad, pero sus insaciables ansias de lectura le permitieron graduarse en la biblioteca a los 28 años.

 7. Enamórate de películas. Preferiblemente de las antiguas.

 8. Disfruta escribiendo. Ray nos comenta que escribir no es un negocio serio. Si escribir una historia empieza a parecerse a un trabajo, apártala y empieza otra que no lo sea.

 9. No planees ganar dinero. Ray y su mujer, quien “juró voto de pobreza al casarse con él”, tuvieron 37 golpes con el coche antes de poder permitirse comprar uno nuevo.

 10. Anota diez cosas que ames y diez cosas que odies. Luego escribe sobre ellas. Haz lo mismo con tus miedos.

 11. Escribe cualquier cosa vieja que te venga a la cabeza. Ray recomienda la asociación de palabras para romper cualquier bloqueo creativo.

 12. Recuerda, con la escritura lo que estás buscando…es sólo una persona que venga y te diga: “te quiero por lo que haces”. O, en su defecto, estás buscando alguien que aparezca y te diga: “No estás tan loco como la gente dice.”