Decálogo
para hallar un agente literario
Daína
Chaviano
Resumiré
lo que, a mi juicio, son los diez pasos imprescindibles para
encontrar a ese agente que cuesta tanto encontrar, solo porque se
desconocen los mecanismos elementales para llegar a él:
1.
Haga una búsqueda en Google por “agencias literarias” o “agentes
literarios”. Encontrará listados enteros, muchas veces
clasificados por países o regiones. Anote o separe en un listado
provisional las direcciones de las agencias con las que le
interesaría trabajar.
2.
Busque información sobre esas agencias en el sitio Preditors &
Editors, del que les hablé en mi post anterior. Si el nombre de una
agencia no aparece allí, busque más información en Internet,
incluyendo el nombre de la agencia y añadiendo aparte palabras como
estafa, fraude, cobro, pago, porcentaje, por ciento y otras
similares. Solo si no encuentra que esa agencia está asociada con
algún tipo de querella o litigio, puede pasarla a su listado
definitivo.
3.
La mayoría de las agencias tienen un correo electrónico público
que encontrará en Internet junto con sus datos. Use ese correo para
escribirles. No le escriba a una sola agencia, en espera de que le
responda si le interesa leer su novela, antes de escribirle a otra.
Perderá un tiempo precioso. Escríbale a varias, pero de manera
individual. Nunca envíe un correo colectivo a varias agencias a la
vez. Cada agencia debe imaginar que usted ha pensado en ella y sólo
en ella… o estará condenando de antemano esa relación de
exclusividad que un agente requiere de un autor.
4.
Su mensaje debe ser breve. Explique que acaba de terminar un libro y
que busca un agente que lo represente. Mencione el tema en menos de
diez líneas y de manera muy general. Luego pregunte si estarían
interesados en recibir el manuscrito (así es como se suelen llamar a
los textos sin publicar, aunque se hayan escrito en computadora) para
su evaluación, y aclare que está incluyendo una descripción de la
trama en un documento adjunto.
5.
Adjunte la descripción en una carpeta (file) de formato Word. Trate
de hacerlo en una o dos páginas. Los agentes no tienen tiempo ni
paciencia para leer resúmenes extensos. Utilice ese resumen para
demostrar al agente que usted es escritor. Intente despertar su
interés, pero no llenando esas dos cuartillas con preguntas tontas
al estilo de “¿Cómo sabrá Fulana que Mengano es el asesino?” o
“¿Cuál es el misterio de la caja que la tía Zutana dejó en
manos de la nodriza?”, y otras tonterías similares que suelen
desenmascarar al escritor aficionado. Narre sucintamente lo que
ocurre en su novela, planteando los conflictos de cada personaje, la
trama central y las subtramas. Muy importante: No se le ocurra enviar
su manuscrito en este primer correo de contacto. Los agentes odian
recibir manuscritos que no han pedido.
6.
Aunque parezca una aclaración de Perogullo, no olvide revisar su
mensaje en busca de errores tipográficos y/u ortográficos. No se
imagina la cantidad de propuestas con faltas de ortografía, enviadas
por supuestos “escritores”, que las agencias literarias desechan
sin el menor remordimiento de conciencia.
7.
Una vez que el agente acepte recibir su manuscrito, asegúrese de
haberlo preparado bien. Recuerde dejar espacios de 1.5 ó 2 entre
líneas. Utilice una fuente profesional y legible. Olvídese de los
tipos de letras rebuscados. Enumere las páginas y cuide que tengan
los márgenes adecuados. Incluya una posdata en su mensaje,
pidiéndole al agente que le confirme que recibió el manuscrito. Los
servidores pueden convertir en spam o correo-basura un documento
extenso, sobre todo si proviene de una dirección que no identifican.
8.
Tenga paciencia. El tiempo promedio en que una agencia demora en
responder es de uno a dos meses. Puede ser un poco más o un poco
menos. No acose al agente enviándole un correo semanal o quincenal,
preguntándole si ya ha leído su texto.
9.
Si más de una agencia le responde a la vez, diciéndole que le
interesa leer su novela, envíesela a los interesados sin decirles
que otro agente también la está leyendo. Por lo general, las
agencias más dinámicas son las que responden y leen los manuscritos
con mayor rapidez.
10.
Si tiene que escoger, en caso de que varias agencias le respondan
afirmativamente después de leer su libro, no se incline por una muy
famosa. Esas ya tienen sus “vacas sagradas” y no se ocuparán
mucho de usted aunque lo hayan aceptado. Lo más conveniente es
apostar por una empresa nueva o por alguna ya establecida pero con
pocos autores en su nómina. Esos tipos de agencias le prestarán más
atención que aquellas que se precian de representar a clásicos o a
premios Nobel.
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