Decálogo
para el escritor novel. Por:
Revista Intemperie
Para
cada escritor, la publicación de su primer libro puede ser una labor
ardua o acaso titánica. En Intemperie, preocupados siempre por el
bienestar de los futuros escritores de nuestra pujante nación, les
entregamos a continuación un breve manual para que puedan sacar a la
luz su opera prima.
1.
Vaya a una editorial grande.
Es
cosa de tocar el timbre o el citófono y si el portero anda
desprevenido, puede que las puertas de Planeta, Alfaguara o Mondadori
le sean abiertas. Allí será recibido con discreta cordialidad o más
bien frialdad por los encargados, quienes si bien acogerán su
manuscrito, es probable que lo rechacen antes inclusive que usted se
haya dignado a abandonar las instalaciones. Es la cruenta realidad de
las grandes editoriales, pero al menos hay unas cuantas excepciones:
Excepción
# 1: si alguno de sus apellidos es Matte, Edwards, Cueto, Larrain o
Errázuriz puede que su manuscrito sea revisado con más justa
atención. Consejo asociado: envíe el manuscrito usando un seudónimo
que lleve alguno de estos apellidos.
Excepción
# 2: tener un amigo, conocido, tío o pariente en algunas de estas
editoriales aumentan también drásticamente sus posibilidades de ser
publicado.
Excepción
# 3: si fuese por las grandes editoriales, estas no harían más que
distribuir libros provenientes de otras latitudes que son éxitos
seguros. Pero con pesar deben, de tiempo en tiempo y para no parecer
una simple importadora, publicar uno que otro autor chileno nuevo.
Para esto el criterio es haber ganado el Premio del Consejo Nacional
del Libro. Es el premio más estimado por estas grandes
corporaciones. Ganadores de otros concursos como el Municipal o el
Bolaño por favor abstenerse.
2.
Consiga un agente literario.
Muchos
de los malos ratos que tendrá que pasar como escritor novel en la
búsqueda de la publicación de su primer libro pueden ser
bypasseados eficazmente si consigue un agente literario que se haga
cargo del trabajo sucio. De nuevo, siéntase libre de enviarle
correos a Guillermo Schavelzon, Carmen Ballcels o Kerrigan Miro.
Envíeles su CV de paso y el manuscrito. Agregue un billete de 100
euros doblado con forma de cisne de origami. No pocas veces el
cisne hace la diferencia.
3.
Vaya a una editorial mediana.
Dejando
de lado los grandes sueños de fama y fortuna que suelen aquejar a
los escritores noveles, y comenzando ya a poner los pies en la
tierra, resulta oportuno darse una vuelta por las editoriales
medianas, esto es, editoriales independientes con larga trayectoria y
ya un merecido prestigio. No son pocos los escritores noveles que
aquí también reciben un portazo en las narices pero de tiempo en
tiempo, algún manuscrito cuela y llega a ver la luz. Y si ha ganado
el Municipal, el Bolaño o ha sido finalista del Premio Herralde sus
oportunidades de publicar aquí son más que buenas.
Consejo
asociado: envíe el manuscrito con seudónimos como Parra, Pezoa,
Droguett o Uribe. Si el dueño de la editorial le dice que aquel acto
es improcedente, cámbiese su verdadero nombre al seudónimo de
utilidad.
4.
Arme su propia editorial.
Si
ya está aburrido de las negativas tajantes y de los prejuicios
infundados en contra de su obra, tome el toro por las astas y abra su
propia editorial. Es cosa de escoger un nombre evocativo (Agora,
Placer Culpable, Aquairos) y tener el contacto con una imprenta. Eso
y un par de millones de pesos para comenzar. Si tiene suerte, le irá
bien, publicara todos los libros que se le ocurran y de paso
aumentara su fama como promotor cultural. Esta solución debe ser una
de las más elegantes al problema de la publicación sino fuese
porque a la larga implicaría que cada escritor debe ser también un
editor, con el consiguiente descuartizamiento de la industria.
5.
Comience enviando sus cuentos o novelas a los Concursos Literarios.
No
es cosa de creer que de la noche a la mañana uno se convertirá en
la próxima star literaria de nuestra nación. Por eso, es bueno ir
gestando un cierto currículo literario que, llegado el momento,
presentara a los editores para que estos se enteren de una vez por
todas de su valía. Recuerde que Bolaño comenzó a ser Bolaño
después de ganar el Premio Herralde. Que Marcelo Lillo se convirtió
en el “próximo Bolaño” después de ganar el Paula. Tenga los
concursos literarios entre ceja y ceja, ellos son la llave que le
abrirán las puertas del reino. No desperdicie ninguno, mande sus
trabajos a todos, desde el Santiago a 100 palabras hasta el concurso
de cuentos de Carabineros de Chile.
6.
Métase al taller de un escritor famoso.
Si
lo que usted quiere, otro ya lo logró, es más que aconsejable
sentarse a los pies de loto del maestro y escuchar sus sermones de la
montaña. Puede que el maestro le cobre una suma que en principio le
parezca anómala, de 200 a 400 mil pesos mensuales por una clase
semanal de dos horas, pero para lograr publicar no tiene que fijarse
en gastos. Piense que cada consejo del escritor famoso usted acabara
por trasmutarlo en una novela de éxito descomunal. No se fije que
hay libros de 10 lucas con los mismos consejos, siga a pie juntillas
los dictámenes del escritor famoso y sobretodo crea en EL.
7.
Hágase una red de contactos.
Chile,
pese a sus 17 millones de habitantes, es literariamente un país muy
pequeño. El mundillo literario nacional está compuesto por no más
de 300 personas. Ellas son las que toman las decisiones. Por lo
mismo, haga el esfuerzo de entrar a los círculos literarios, codéese
con los mandamases, invíteles un trago, présteles su casa en la
playa, consígales chicas. Desarrolle una página de actualidad
literaria y ponga a sus conocidos en el cielo. Deshágase de sus
escrúpulos.
8.
Váyase de Chile.
Deje
el amargo terruño, donde nadie escucha a nadie y tómese un avión o
barco en busca de nuevas fronteras. Márchese a la India, Republica
Checa o la isla de Sumatra. Pese a que adonde sea que vaya encontrará
otros escritores con ganas de publicar su primer libro, usted
contaráa ahora con el plus de ser un extranjero proveniente de un
país casi desconocido para la gran mayoría. Aprovéchelo.
Consejo
asociado: escriba sobre la dictadura. Si no funciona, entonces
escriba realismo mágico.
9.
Fotocopie su libro y véndalo en Lastarria a la manera del Divino
Anticristo.
Si
ya está aburrido de tener que armar redes de contactos, siendo
siempre el chupamedias del grupo, diciéndole a su interlocutor lo
inteligente que es y lo originales que son sus ideas solo para
ganarse sus favores, si ya está harto de que todo sea una corruptela
de influencias y apellidos altisonantes y donde la literatura parece
siempre estar brillando por su ausencia, prescinda de todo eso,
sáltese la industria, hágase una publicación cartonera de su
primer libro y salga a las calles a venderlo. Entre en contacto con
el publico real, el lector promedio chileno: estudiantes de
humanidades, señoras jubiladas y fanáticos del heavy metal (no sé
el por qué pero los metaleros suelen ser buenos lectores). Abandone
su casa, baje de su nube y empápese de la realidad local.
10.
Escriba bien. Mejor aún: escriba de forma excelsa.
3
Comentarios para “Decálogo para el escritor novel.”
Georges
Aguayo:
Febrero
3rd, 2013 at 7:50 am
Me
rei bastante con este pastiche del “Decalogo del perfecto
cuentista” de Horacio Quiroga. El único consejo a retener, tal
vez, de este texto es el de escribir bien y eso toma tiempo, por no
decir años. Un buen estilo no se improvisa .
Un
saludo en todo caso, puesto que se habla de ellas, a las cuatro o
cinco editoriales cartoneras que existen en America del Sur.
erasmo
conti:
Febrero
4th, 2013 at 1:43 pm
Faltó
ser un gangster y extorsionar a algún comentarista de libros para
que te haga conocido y en círculos sociales que nada saben de
literatura y te de renombre.
Juan:
Febrero
15th, 2013 at 11:08 am
jajaja!
buenos consejos. Quizá faltó uno. Consejo de Última Ratio: Mátese.
Idee una muerte poética, no sin antes matar a Herralde en nombre de
la literatura. Mate al papa también. Diga que el Mesías y que ha
venido a salvar el pecado del mundo. Dispare contra los académicos y
contra los antiacadémicos. Diga que Charles Manson es un pusilánime.
Obtenga la nacionalidad francesa, antes que nada. Y entonces al fin
se convertirá en un mito. En un genio pos mortem. Será reconocido
en todo en mundo. incluso será traducido al vitnamita.
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