Los 10 mandamientos del gran estafador Victor Lustig
(Victor Lustig) |
Victor Lustig es uno de esos hombres cuya vida podría ser contada en el cine, sin muchas florituras, y aun así nos parecía un poco exagerada. Además, simpatizaríamos con él, porque en la pantalla los estafadores y ladrones de guante blanco siempre son bien recibidos. Si no, recuerden a Robert Redford y Paul Newman en El Golpe. Quizás ya exista esa película, después de todo.
Nacido en 1890 en lo que entonces era el Imperio Austrohúngaro, acabó siendo buscado por decenas de cuerpos policías de distintos países. Fue capaz de estafarle varios miles de dólares al mismísimo Al Capone. Sin duda, eso demuestra valor y coraje, pero aun así no es su golpe más conocido. Lustig alcanzó la cumbre cuando vendió la Torre Eiffel.
La Torre Eiffel había sido construida para la Exposición de París de 1889 y unos años después había dudas sobre su destino, como las había habido antes. En ese contexto Lustig acompañó a varios hombres de negocios a una visita, haciéndose pasar por un funcionario francés. Vendía la torre como una gran columna de chatarra e incluso fue capaz de inventar una mentira para anular las dudas y reticencias que tenía uno de aquellos hombres de negocio, que había picado el anzuelo. Lustig fingió ser un corrupto para continuar la mentira y al final la operación fue un éxito.
En lo suyo Lustig era un maestro y, sabiéndolo, en 1936 escribió una lista de las normas que debe seguir cualquiera que desee convertirse en estafador. La lista, volviendo al mundo del cine, encaja con lo que podría ser el patrón de comportamiento de un gran personaje, como verán.Victor Lustig aprovechó su estancia en la cárcel para recopilar las diez claves o mandamientos que debe seguir todo buen estafador, y por ende, las claves que debe tener en cuenta cualquier hombre de negocios, vendedor o persona que por los distintos motivos tenga necesidad de influir y persuadir a una persona con un propósito concreto.
Con los estafadores uno siempre se engaña. Como cuento en mi libro EL PRIMO Y EL TIMO, en mi caso personal un familiar al cual le brindé todo el amor y la confianza "me hizo un tunel por el corazón para poder llegar a mi bolsillo". Por poco me deja en la cochina ruina, en la inmunda. Los estafadores suelen ser encantadores, pacientes, persuasivos y casi siempre uno se engaña con ellos, pese a las advertencias de los que los miran desde afuera y les parecen evidentes sus intenciones, que la víctima no alcanza a percibir.
Esta entrada nos parece interesante para los que quieren alimentar presonajes de género negro, estafa y pillaje y thriller, y hasta para la vida real, para tratar de posponer una acometida de uno de esos personajes que piensan que "primero se acaba el helecho que los marranos" y que están ahí, a la vuelta de la esquina para tratar de apropiarse de lo poco que tenemos.
Vamos a la explicación:
1. Debes ser un oyente paciente.
A las personas les gusta sentirse escuchadas y que les prestemos
atención. Y además, mientras la otra persona habla nos estará dando una valiosa
información, en ocasiones, incluso sin necesidad de preguntar. Sé paciente y
únicamente escucha.
2. Nunca muestres aburrimiento.
Damos por hecho que una persona que habla sin parar es un casposo,
un mamón, pero si le hacemos creer que es muy interesante, ganaremos su
confianza y se sentirá bien con nosotros, pues por fin alguien aprecia su
conversación, y por tanto, le estamos haciendo aumentar su confianza y
capacidades en sí misma y bajar las defensas.
La mayoría de las personas quieren mostrar su inteligencia y
parecer el más inteligente de la sala. Los estafadores, así como los
seductores, saben que lo mejor es hacer que esa persona (a la que quieres
estafar) se sienta la más inteligente a tu lado.
3. Deja que la otra persona revele su ideología y opiniones políticas. A continuación, estaremos de acuerdo con ella.
La idea de un estafador es estafar a una persona, no casarse con
ella, por lo que cuanta más similitud haya entre ambos, más fácilmente nos
ganaremos la confianza de esa persona. Lo cierto es que cuando se habla de
política, la gente tiende a decir demasiadas tonterías en base a sus sesgos
políticos, pero es su ideología, y encontrar a otra persona que tenga la misma,
genera una familiaridad inmediata, la cual es necesaria para la influencia y,
por supuesto, para un timo.
4. Deja que la persona te revele sus puntos de vista religiosos, y luego, ten los mismos puntos de vista.
Ocurre igual que con las ideologías políticas. Si esta persona
pertenece a alguna religión extraña de estas que tres días al año comen
excrementos de vaca para coger la energía del universo, únicamente debes decir:
«Qué interesante!!, llevo tiempo queriendo coger energía del universo a través
de la mierda de vaca».
5. Alusión a hablar de sexo, pero no darle curso a
menos que la otra persona muestre un fuerte interés.
Hay una cosa que es cierta, y es que si consigues llevarte a la
cama a «tu víctima», timarla ya es fácil, pero en ocasiones, el sexo rompe el
hechizo del timo, sobre todo cuando se trata de una timadora, la cual necesita
que su «victima» esté fuertemente interesado sexualmente, pero sin llegar a
culminar el acto. En el caso de un timador, debe tener muy claro que hay fuerte
interés por parte de la «víctima mujer», porque si hace una insinuación sexual,
y la víctima la rechaza, también estará rechazando todo el poder de influencia
que hayas ejercido sobre ella.
6. No hablar de temas de preocupación generales (hambre del tercer mundo, enfermedades, etc…) a no ser que la otra persona muestre un especial interés en ellos.
Necesitamos generar mensajes positivos, y no llamar al
sentimiento de la negatividad en el cerebro de esa persona. Recuerda que para
la mayoría de las personas, su dolor de muelas es más importante que la
epidemia de cáncer,o de SIDA y un pequeño logro empresarial, mucho más importante que el
hambre en el tercer mundo. Evita que las conversaciones tornen a temas de
preocupación social global.
7. Nunca curiosear en las circunstancias personales
de la persona. Ten en cuenta que si haces de oyente paciente, te las va a
contar sin preguntar.
Curiosear donde no debes curiosear es ser «curioso», y las
personas demasiado curiosas provocan desconfianza, al poder pensar la otra
persona «¿qué interés tiene esta persona en saber tanto acerca de mí?»
8. No hables demasiado sobre ti.
Es mejor mantener el misterio sobre nosotros que generar dudas.
Sobre todo, no debemos darnos mucha importancia. Recuerda que se trata de hacer
que la otra persona se sienta importante.
9. No seas desordenado o desaliñado(o por lo menos no demasiado).
Por algún motivo, a nuestro cerebro les gusta las personas que
son ordenadas, mientras le provoca un profundo rechazo el confiar en personas
desordenadas. Imagina que quieres poner las cuentas de tu empresa en manos de
un contable, y cuando entras a su despacho, sólo ves desorden. Indudablemente,
te imaginas el balance y facturas de tu empresa perdidas en aquel despacho.
Asimismo, sé limpio y viste decentemente. Pero sin caer en el extreño de ser un "filipichín perfumado". Tanta aparente perfección también genera desconfianza.
10. Nunca te emborraches.
Muchos son los tratos que se van al traste en el mundo de las
ventas porque una parte se emborracha y hace comentarios o actuaciones que
nunca debería haber hecho. Un timador sabe que nunca puede despistarse ni un
momento, ni bajar la guardia, pues todo el trabajo que has hecho en días o
meses, lo puedes perder en unos segundos. Pero fingir que estas borracho sirve, desde que la víctima sí esté tomando de verdad, no vaya ser que quiera hacernos su víctima
Fuente: https://www.curistoria.com/2017/02/los-10-mandamientos-del-gran-estafador.html
https://negocios1000.com/2016/06/los-10-mandamientos-de-los-estafadores.html
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