COMO ESCRIBIR UN LIBRO
Consejos de Jorge Franco
1. Tener una inquietud
Todo libro
se trata de algo. Ese 'algo' es generalmente una inquietud: es lo que nos
impulsa a escribir. En mi caso, por ejemplo, siempre supe que quería contar
historias. Y aunque hoy en día aún no tengo claro por qué quiero contar
historias, siempre estuve en una búsqueda de cómo hacerlo. Intenté con la
fotografía, la pintura, el cine... De todas esas artes tuve aprendizajes que
aún me sirven, hasta que por fin descubrí que era la escritura la mejor manera
de materializar las cosas que quería contar. Tener un tema, enfocarlo y saber
si la escritura es el mejor lenguaje para que eso que queremos contar tome la
forma que nos imaginamos, es el primer paso para hacer un libro.
2. Ser buen lector
Siempre lo
dicen y es muy cierto. Saber qué han escrito otros y cómo lo hicieron es algo
que enriquece en todo sentido tu escritura: no sólo es una exploración del
lenguaje, también encuentras estilos, conceptos, ideas, te identificas con unos
y descartas otros... Así vas construyendo una voz propia, aquella que represente
mejor lo que quieres decir, que sientas como tuya. Esa es una de las cosas más
difíciles de encontrar en la escritura y leer mucho es una de las mejores
formas de buscarla.
3. Perder el miedo a escribir
Generalmente
la gente que quiere escribir siente un poco de miedo de mostrar lo que ha
escrito. Yo, por ejemplo, pasé mucho tiempo escribiendo a solas, casi que a
escondidas, y así acumulé un montón de relatos que nunca le enseñé a nadie y
que ahora ni siquiera conservo. Hasta que un día me decidí: si se quiere
publicar un libro o dedicarse a escribir de lleno, en algún momento tienes que
enseñarle tu texto a alguien más. Yo recomendaría empezar por un amigo en el
que tengamos plena confianza, tanto en su sinceridad como en su criterio como
lector. Se trata de tener una especie de selecto lector confidente en cuya
objetividad nos guiaremos para saber qué podrían encontrar otros en nuestra
escritura. Así, de a poco, el miedo a que nos critiquen o juzguen lo que
escribimos se va haciendo cada vez menor.
4. Ser disciplinado
Terminar un
libro no es fácil. Se requieren muchas, muchas horas de dedicación hasta sentir
que lo que hemos escrito está en su punto y puede dar el siguiente paso, que es
convertirse en libro. Incluso, muchas veces esa sensación de que nuestro texto
está listo no es completa. Si bien escribir en muchos casos es un tema mediado
e impulsado por la vocación, a veces esa vocación es incierta: conozco personas
que han escrito desde la adolescencia y otros que sólo empiezan después de los
30, cada uno con resultados muy diferentes, entonces confiar en eso es muy
relativo. La inspiración también puede ser una chispa que nos ayuda a sacar 3,
5, 7 páginas de una sola sentada, pero así como viene se va y puede tardar
mucho en volver... Por eso creo que hay que tener una disciplina en el proceso.
Lo mejor, creería, es tener una rutina: sentarse día a día en un momento
determinado y proponerse escribir algo a como dé lugar. Lo que sea, corto o
largo, pero escribirlo. Así se va construyendo el libro que uno quiere o, al
menos, te vas dando cuenta si el camino que estás tomando sí es el que estabas
pensando.
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