ANTOLOGIA DE DECALOGOS LITERARIOS

"Los Diez Mandamientos, considerados útiles reglas morales para vivir en sociedad, tienen un excelente uso literario. El escritor, al contar sus historias, debería hacer que sus personajes violen constantemente estos mandamientos, en conjunto o por partes. Mientras alguien robe, mate, mienta, fornique, blasfeme o desee a la mujer del prójimo tendremos un conflicto y en consecuencia una historia que contar. Por el contrario, si sus personajes se portan bien, no sucederá nada: todo será aburridísimo."
Fernando Ampuero


Uno de los más interesantes y que recoge más sabiduría, tiene un solo postulado. Se lo leí a Alejandro Quintana y dice:

"Porque en realidad ya se ha contado todo; lo novedoso es contarlo de forma interesante".

Es muy común que los escritores, cuando gozan de cierto reconocimiento, decidan organizar sus ideas en forma de recomendaciones que suelen enumerar en listas, generalmente en forma de decálogos, muy a manera de configurar una suerte de "Tablas de la Ley"o de "Diez Mandamientos" , en los que pontifican,-con razón o sin ella, en concordancia con su prestigio y sabiduría o apenas haciendo gala de una vana pretensión un tanto ególatra- sobre sus verdades decantadas acerca del oficio de escribir.

Unos condensan verdaderas sentencias, otras son apenas esbozos que naufragan en su propia babosería; unos son un compendio de ingenio, otros verdaderos destellos de humor, mientras algunos apenas sí resbalan como peligroso chascarrillo en el reino del lugar común.

De todas maneras, en esta página recopilamos algunos de ellos, como elemento para el análisis y estudio de los interesados en el ejercicio de escribir. Muy recomendado para aprendices y aficionados, para lectores desprevenidos, para alumnos de talleres literarios y para todos los que se deleitan del bello arte de la Literatura.

Al final citamos los más ingeniosos, clásicos, reconocidos o polémicos.

Lo que comenzó como un divertimento, pasó a ser una disciplina que permite enriquecer la teoría de la creación literaria, en la voz de los maestros. La idea original parte de la página www.emiliorestrepo.blogspot.com
Comentarios y aportes, favor remitirlos a emiliorestrepo@gmail.com

viernes, 21 de septiembre de 2018

Consejos para un guionista

Consejos para un guionista

Estos son algunos consejos que te pueden ayudar a concentrar tu mente en el guión y hacer un primer borrador para que sea un poco más fácil. Son sólo consejos para ayudarte a empezar; cuando te metas en la aventura de escribir unos duendes amables aparecerán para echarte una mano en el camino; pero no olvides tener galletas de sobra para cuando lleguen.

1) Trabaja en un borrador

Todo el mes de junio será en gran parte agradable si sólo repites estas palabras cada mañana en frente de un espejo: “Este es un borrador. Sólo un borrador.” Después de todo, es cierto. Estarás escribiendo el primer borrador desordenado y con errores de esa loca idea “pero porque no intentar escribirla”. Es tiempo de experimentar, arriesgarse y bajar las exigencias de forma maravillosa. Puedes volver al perfeccionismo de agujas y dolorosa precaución más adelante. O nunca más.
Piensa en esas historias semi-apócrifas que a los escritores profesionales les encanta contar, como el montón de borradores del guión les llegaban al cuello o como los bomberos pudieron rescatarlo entre torres de versiones se vinieron abajo dejándolos aplastados en el suelo. El punto es: Incluso los profesionales escriben y vuelven a escribir y dan forma y masajean durante mucho tiempo su historia antes de llegar a la engañosa apariencia de facilidad que tiene un gran guión. Ahora mismo, tú y tu guión empiezan un largo camino, mientras se miran pensando “este podría ser el comienzo de una bella amistad”.

2) Comienza a leer películas

La mayoría de nosotros podemos hablar sin cansarnos sobre nuestras escenas de películas favoritas, la trama y los finales felices. Así que cuando queremos escribir una película, ¿realmente estamos en terreno totalmente desconocido? ¿Será posible que se deba a que pocos hemos leído alguna vez un guión de cine? Si, puede ser eso.
Hay un remedio fácil y entretenido para este problema: leer guiones. Puedes encontrar muchos guiones en sitios gratis de Internet como Drew’s Script-O-Rama y Daily Script, y puedes pasearte por una película entera en solo un par de horas. Asegúrate de que estás leyendo el guión original y no el guión de rodaje o una trascripción. Puedes saber si estas leyendo una versión equivocada del guión si ves escenas numeradas, listas de planos o dialogo que no tiene que ver con la historia.
Primero intenta leer el guión de una película que conozcas y te guste mucho. Presta atención a cómo los elementos familiares de la historia -trama, personaje, escenario- se describen en el guión original. Probablemente te sorprenderá cuan esquemático y eficiente es un guión, como es capaz de incluir solo la información necesaria para contar la historia. Sin todos los adornos visuales y sonoros, también será más fácil ver la estructura de la película. Fíjate en como las escenas se relacionan entre ellas, como fluye el diálogo, como se crean y superan los obstáculos.
Después, lee un guión de una película que nunca hayas visto antes. Intenta imaginarte la película terminada en tu cabeza; después puedes ver la película y ver como el texto ha sido traducido al medio visual. Comienza por entender la relación entre el texto y la película y familiarízate con la forma que tiene un guión. Hazlo varias veces y no necesitarás más consejos; sentirás los guiones en tus huesos.

3) Elige una historia que te apasione

Dentro de un grado, el antiguo adagio “escribe sobre lo que conoces” se aplica también a los guiones, sobretodo a los primeros trabajos. Simplemente es más fácil escribir sobre situaciones y personajes familiares que inventar de forma realistas diálogos con jerga de la NASA o una estampida de bestias salvajes.
Dicho esto, estas escribiendo un guión para explorar algo nuevo, para tener una aventura, para escaparte de tu vida diaria. Tú –y tus personajes- no van a conseguir sobrevivir a estos 30 días y sus noches de escritura si el tema de tu guión es tan familiar que te da sueño. Además, no hay suficientes androides enanos, asesinos sicópatas o cerebros de un crimen para escribir todas las películas de ciencia ficción, fantasía, horror y robos necesarias. Alguien tiene que cruzar al otro lado.
Así que escribe una historia que te emocione, que quieras contar a tus amigos, una historia sobre la que no puedas dejar de pensar o que te gustaría ver en el cine. No te preocupes si es rara, no está de moda o no tiene una audiencia objetivo; lo mejor que tienes tu y tu guión es la pasión.

4) Practica las tres reglas (Plan, Mensaje, Previsualización)

Aunque algunos guionistas profesionales hacen un mapa muy detallado de toda la película antes de escribir una sola palabra, el resto no tiene tiempo de escribir un tratamiento de 100 páginas o una detallada descripción de cada escena antes de que Junio impacte nuestras vidas como un asteroide a gran velocidad cuando choca contra la tierra. Además, si este es tu primer guión, ese nivel de planificación previa no será especialmente útil, considerando cuanto vas a aprender sobre ritmo y estructura solo escribiendo y cuanto vas a querer cambiar después como resultado de ello.
Dicho esto/En todo caso, puede ayudar conocer la historia que quieres contar antes de empezar. Puede ser un plan tan simple como: “Cuando un hombre joven pierde su hogar y su familia se une a un grupo de rebeldes curtidos en el combate y al final hace caer al imperio malvado aprovechándose de una fuerza interna y universal” Siempre que tenga un inicio, medio y final, ya tienes un buen comienzo.
(De paso, estas tres partes se correlacionan con la estructura de tres actos en la que se basan muchos guiones) Por no coartar permanentemente tu originalidad, no vamos a decir mucho más sobre la estructura de tres actos – o sobre la de siete u solo un acto – o cualquiera de las otras estructuras sobre la que se puede encontrar información en Internet o aprender en seminarios de 1500 dólares. Sólo debes recordar que necesitas un inicio, medio y un final. Como en un buen chiste)
Una forma de centrar tu argumento es contárselo a la gente verbalmente. Trabaja en una versión de 1 a 3 minutos de la historia y cuéntasela a tu pareja, tus amigos, tu perro. Nota que les emociona (y a ti) y que áreas se sienten vagas, donde pierdes su atención y que preguntas surgen. Es una buena forma de presentación, y aunque las presentaciones se suelen usar en Hollywood para vender un guión también es una buena manera de determinar si tu entiendes la historia y si puede soportar cierto escrutinio. Si ten sorprendes diciendo…”no sé, entonces algo pasa que lo cambia todo” es mejor que te sientes y pienses en que son esos “algo” y esos “todo”.
Una vez que tengas la historia básica, hay muchas formas divertidas de empezar a pensar en ella en términos de escenas principales y los puntos de inflexión. Una de ellas es la previsualización. Intenta sentarte e imaginar el trailer para tu película en los cines. ¿Cuáles son las imágenes iniciales que definen el tono de la historia? ¿Cómo conocemos al personaje principal? ¿En qué punto surge un problema o asunto? ¿Qué pasa después? ¿Trozos de dialogo divertido y revelador? ¿Qué pista de solución lo resume todo y deja a la audiencia preguntándose que pasará después? Si tienes tiempo, escoge una canción o melodía para tu trailer imaginario (o para toda la película). También puedes cortar imágenes de revistas para hacer un póster de tu película, lo que sea que te motive.

5) Conoce bien a tus personajes

La gente no va al cine para ver situaciones emocionantes, románticas o aterradoras; van para ver a seres humanos memorables reaccionando ante situaciones de emoción, romance o miedo. Esto significa que tu gran meta como guionista es crear personajes reales que la audiencia quiera ver, ya sea cayendo a un volcán o enamorándose.
¿No sabes como hacerlo? No es malo empezar con una imagen muy básica de tu personaje. Mujer, 20 años vaga que vive para las carreras de bicicleta; profesor de retórica en Oxford, unos 50 años, que sueña con ser estrella del rap; Chapero envejecido conocedor de la calle con debilidad por los niños
Pero no te detengas ahí y te pierdas por ello toda la diversión. Intenta meterte realmente en la piel de tu personaje. Imagina que eres tu personaje principal y estas llenando esos test tontos de Cosmopolitan. Escribe un anuncio para la sección de contactos. Haz un test de personalidad Meyers-Briggs; llena una solicitud de empleo; pregúntate que come, que ropa se pone, que radio escucha esa persona. ¿Cómo reaccionaria al ganar la lotería o al encontrar un ladrón en su casa o si se le rompen los pantalones en público? ¿Qué desprecia? ¿Que le gusta? ¿Por qué causa estaría dispuesto a morir? ¿O a matar? ¿Cómo llego el personaje al momento de su vida en que comienza la historia?
Al crear personajes y darle una personalidad y un pasado, no tengas miedo de añadir defectos y debilidades importantes. A menos que camine sobre una pasarela, la perfección es algo muy aburrido de ver. De hecho, los mejores momentos de una película suelen ocurrir cuando el personaje debe enfrentarse a sus mayores defectos o miedos. ¿Un Indiana Jones imperturbable? terror ante las serpientes; ¿Annie Hall encantadora? Neurótica y llena de espasmos. ¿Hannibal Lecter? Mal gusto en comida
Para terminar, no te centres únicamente en tu héroe y dejes al resto del reparto abandonada en el barrio de los estereotipos. Los mejores villanos tienen una historia rica y complejidad; Incluso los personajes secundarios merecen tener obsesiones y rarezas.

6) Dale a tu historia un motor de gran potencia

Si estas trabajando con tus personajes y el argumento, es útil recordar que lo que estás escribiendo será visto al final en un tiempo de 2 a 2 horas y media. Esto significa que tu película tiene mucho terreno que cubrir en un periodo de tiempo muy corto y al mismo tiempo debes mantener la atención de una audiencia a prueba de vejigas inquietas.
Considerados estos parámetros, tu historia no tiene mucho tiempo que desperdiciar. Lo que necesita es un motor superior que pueda ir desde 0 a 60 en el primer acto y pasar por una montaña rusa de todo tipo de obstáculos y fracasos en la sección media y mantener una velocidad de crucero suficiente para llegar a la conclusión dramática. Por suerte, puedes ayudar a partir esta maquina poniendo en tu guión situaciones y motivaciones potentes, significativas o extremas.
Algunos ejemplos:
MOTIVACIÓN: Nada mueve a la historia mejor que un personaje con un motivo real. Sólo hace falta que mires esas películas de deportes como Breaking Away, Rocky o Hoosiers y veras que su energía la da el deseo de una persona o equipo de ser el mejor. Ahora pregúntate si tendrías tantas ganas de ver estas películas si el personaje principal tuviera sólo un interés pasajero por ganar. Se derrumbarían a la primera dificultad.
OBSTÁCULO O AMENAZA: No hay nada como una situación de vida o muerte para darle a tu película algo de tensión. Obras como Independence Day, Braveheart o Misery son ejemplos de películas famosas que tienen su motor en lo extremo de las
situaciones en que se encuentran sus personajes.
TEMA: Si estás escribiendo una película realista, te preguntarás que tienen que ver contigo estas películas de gran presupuesto. Pero la necesidad de energía/impulso se aplica por igual a las “películas artísticas” como al cine “de personajes”. Piensa en The Crying Game o Requiem for a Dream o My Dinner with Andre y veras que lo que las hace tan atrayentes es el tratamiento de temas importantes y universales: desesperación, existencialismo, identidad, amor. Estos motores hacen poco ruido pero son increíblemente poderosos.
Así que empieza a buscar algo en tu garaje mental con lo que construir tu motor. Si estás emocionado y movido por tu historia, no debería ser tan difícil de encontrar.

7) Abraza el cambio

Ya sea que seas consciente de ello en el cine o no, el cambio es lo que suele hacer las películas puedan satisfacernos tanto emocionalmente. Lo emocionante de Spider-Man no es ver un superhéroe con experiencia que puede saltar entre edificios y derrotar a los malos, lo interesante es ver a un chico – hombre empollon y torpe transformarse con gracia en un superhéroe que se desliza entre edificios y derrota a los malos. La fuerza de As Good as it gets no es ver a un Jack Nicholson misántropo molestar a los perros, sino ver su torpe crecimiento frente al amor. E incluso aunque Shindler’s List se desarrolla en la vasta y apasionante realidad el Holocausto, el drama sigue surgiendo del cambio de actitud de un sólo hombre.
El cambio, o la falta de cambio, s también una de las mejores formas de revelar el personaje a tu audiencia. Cuando el actor de Tootsi se ve enfrentado a múltiples obstáculos al hacerse pasar por mujer pero sigue perseverando, la falta de cambio revela su compromiso total con su arte. Cuando se quita el disfraz en la cima de su carrera, este cambio de 180 grados demuestra la profundidad del amor que siente por su co-protagonista. Ha completado el arco desde un hombre egocéntrico y desesperado hasta convertirse en alguien compasivo y realizado como persona. Y es muy impresionante de ver.
Dada la importancia del cambio, no es una mala idea pegarte un post-it ¿TIENES CAMBIO? en tu laptop o en tu frente. Cuando escribas, avanza y pon tus personajes en situaciones duras que los obliguen a elegir. No los dejes librarse tan fácilmente: arrójales pelotas torcidas, abrúmalos con fracasos, colócalos en el camino de un tráfico emocional serio en dirección contraria.
¿Cambian o no? ¿Y por qué? Si les has dado una fuerza los suficientemente fuerte, harán algunas elecciones interesantes. Si les has dado defectos y fracasos, tendrán mucho espacio para crecer. Y a la audiencia le gustará compartir ese viaje.

8) Acción: Escribe un plan maestro

A diferencia de una novela, un ensayo o un poema que son entidades totalmente completas, un guión es un plano para una futura película. Es a una película lo que una partitura es a un concierto sinfónico o un plano arquitectónico a un edificio. Vienen a la vida después, en un medio totalmente diferente.
Esto quiere decir que cuando empieces a escribir, toda la información en el guión debe ser eventualmente traducida a imágenes o sonido, los lenguajes gemelos del cine. Esto no es tan difícil al escribir dialogo, ya que la gente hablando se traducir bastante bien a imágenes y sonido. Pero escribir la acción y descripción es otra historia. Especialmente para aquellos que hayan escrito una novela u otra forma de prosa, el proceso de traducción –y sus obstáculos – puede requerir algún tiempo para acostumbrarse.
Es algo como esto:
Tú escribes:
Sarah está de pie junto a la ventana, pensado en lo que Jeremy dijo en el molino. La forma en que se paró ahí, nerviosos, con una mano ociosamente rascándose la parte de atrás de su cabeza siempre le daba ganas de besarlo. Pero ya no más. No ahora, que sabía que había sido el que secuestro al perro salchicha.
La audiencia ve:
Sarah de pie junto a la ventana, mira un rato y frunce el ceño.
Ya entiendes la idea: Si se trata de dialogo interior o un pensamiento o un recuerdo o cualquier cosa que vaya dentro de la cabeza de alguien, no saldrá en la pantalla a menos que se traduzca en imágenes o sonido. Pero no te desesperes. Si escribes pensamientos interiores en tu guión, siempre puedes volver atrás y traducirlo a imagen o sonido de la siguiente forma:
Ejemplo: poniéndolo todo junto
¿Ves? Los maravillosos bajos estándares son un aliado para todos.

9) Diálogo: Hazlo real e irreal

Escribir un dialogo perfecto es una forma de arte de precisión, al mismo nivel de rizar el pelo y la diplomacia en el oriente próximo. Y además de práctica, la mejor forma de aprender como escribir dialogo es escuchar como habla la gente real. ¿Son tersos o prolijos? ¿Usan lenguaje de la calle o dichos? ¿Cómo se refleja su sexo, edad, clase social, nivel cultural y personalidad en sus patrones de habla y la elección de palabras?
Tampoco te limites a escuchar como hablan tu familia o amigos. Busca personas y situaciones parecidas a los personajes y escenario de tu guión. Habla con el equipo de baloncesto de una escuela secundaria; asiste al dramático alegato inicial de un abogado; charla con las camareras que mastican chicle en una cafetería de carretera. Conviértete en un antropólogo lingüista y en detective de la dicción. Y lleva siempre contigo un cuaderno de bolsillo ya que esos intercambios de la vida real valen su peso en oro.
Por supuesto, después de escuchar por un rato como habla la gente te darás cuenta de algo importante: Nadie es nunca tan divertido, brillante o sucinto como son sus diálogos en las películas.
VIDA REAL:
“Si, creo que sabia que me gustabas desde el primer día, ¿sabes?, cuando te vi y pensé, wow, que interesante”
CINE:
“Me conquistaste cuando dijiste hola”
Como nadie va al cine para oír a la gente usar muletillas, bostezar, murmurar, divagar (bueno, excepto al ininteligible personaje de Benicio del toro en The Usual Suspects), está bien hacer tu dialogo más espontáneo, fuerte, y demás siendo lo más realista posible Debe ser real pero irreal.
La mejor prueba: lee el dialogo en voz alta. ¿Avanza rápidamente? ¿Tiene demasiada palabrería o suena artificial? ¿Suena realista? Pide a tus amigos o seres cércanos que lean los otros personajes; pide a ese chico atractivo de la cafetería que lea la escena de amor contigo. Invita a actores locales a hacer una lectura del guión. En todo caso, no dejes que el dialogo te impida avanzar. Cuando no se ocurra algo inteligente o específico que decir, pon algo banal y vuelve a ello en el siguiente borrador. Las mejores líneas de dialogo se te ocurrirán después, en la ducha, en el metro y en esos extraños sueños que estás teniendo. Por ahora sigue escribiendo.

10) Diviértete

Si tienes problemas con esto, lee el consejo 1.Tendrás mucho tiempo para sentirte miserable y estresado una vez que los estudios de cine empiecen a contratarte para escribir superproducciones de cientos de miles de dólares. Pero ahora, saborea tus días de juventud y escribe sin miedo.

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