ANTOLOGIA DE DECALOGOS LITERARIOS

"Los Diez Mandamientos, considerados útiles reglas morales para vivir en sociedad, tienen un excelente uso literario. El escritor, al contar sus historias, debería hacer que sus personajes violen constantemente estos mandamientos, en conjunto o por partes. Mientras alguien robe, mate, mienta, fornique, blasfeme o desee a la mujer del prójimo tendremos un conflicto y en consecuencia una historia que contar. Por el contrario, si sus personajes se portan bien, no sucederá nada: todo será aburridísimo."
Fernando Ampuero


Uno de los más interesantes y que recoge más sabiduría, tiene un solo postulado. Se lo leí a Alejandro Quintana y dice:

"Porque en realidad ya se ha contado todo; lo novedoso es contarlo de forma interesante".

Es muy común que los escritores, cuando gozan de cierto reconocimiento, decidan organizar sus ideas en forma de recomendaciones que suelen enumerar en listas, generalmente en forma de decálogos, muy a manera de configurar una suerte de "Tablas de la Ley"o de "Diez Mandamientos" , en los que pontifican,-con razón o sin ella, en concordancia con su prestigio y sabiduría o apenas haciendo gala de una vana pretensión un tanto ególatra- sobre sus verdades decantadas acerca del oficio de escribir.

Unos condensan verdaderas sentencias, otras son apenas esbozos que naufragan en su propia babosería; unos son un compendio de ingenio, otros verdaderos destellos de humor, mientras algunos apenas sí resbalan como peligroso chascarrillo en el reino del lugar común.

De todas maneras, en esta página recopilamos algunos de ellos, como elemento para el análisis y estudio de los interesados en el ejercicio de escribir. Muy recomendado para aprendices y aficionados, para lectores desprevenidos, para alumnos de talleres literarios y para todos los que se deleitan del bello arte de la Literatura.

Al final citamos los más ingeniosos, clásicos, reconocidos o polémicos.

Lo que comenzó como un divertimento, pasó a ser una disciplina que permite enriquecer la teoría de la creación literaria, en la voz de los maestros. La idea original parte de la página www.emiliorestrepo.blogspot.com
Comentarios y aportes, favor remitirlos a emiliorestrepo@gmail.com

martes, 29 de agosto de 2017

El cuento de toda la vida…decálogo de Carlos Sánchez Lozano




El cuento de toda la vida
Autor: Carlos Sánchez Lozano

Por decirlo de un modo sintético, los buenos cuentos cumplen 10 requisitos:

1) Atrapan a los lectores con un hecho inédito.
2) Los hechos se presentan según la forma hecho positivo –hecho negativo.
3) Siempre hay una pizca de humor o ironía.
4) Los personajes son definidos en rápidos trazos, con adjetivos precisos que no se repiten.
5) No complacen las expectativas del lector; se le hace zancadilla, se le sorprende.
6) Hay una acción que domina la historia; no hay espacio para irse por las ramas.
7) No deja parpadear; se lee de una sentada.
8) Siempre lo deja a uno pensando.
9) El primer y el último párrafo son sagrados.
10) Siempre reverencia las reglas de los maestros… Siempre las traiciona.

Anotaciones:
“Hoy está claro que no podemos vivir sin cuentos, sin ficción, sin narraciones. La vida – resulta una obviedad decirlo- es un extenso relato con introducción, nudo y desenlace.  Nacemos, crecemos, nos desarrollamos y morimos como un buen cuento. Está bien,  puede ser un mal cuento, pero eso es harina de otro costal. Los niños nos han enseñado que necesitan que les lean cuenten cuentos. Sin cuentos vivir no es vivir.”

“Desde el primer cuento hace millones de años contado alrededor del fuego hasta el que una mamá acaba de contar a su hijo o una bibliotecaria a un grupo de niños expectantes, todos los cuentos tienen reglas invariables: narran una única historia (sí, es cierto, algunos tienen dos o tres subhistorias, pero atadas a un hilo narrativo central); esta historia le sucede a alguien (ser humano, animal o cosa antropomorfizada); y presenta un conflicto que los lectores u oyentes esperamos se solucione o al menos tenga visos de cierre  prontamente.”

“Buenos y malos cuentos hay en todas partes. Pero es claro que los buenos cuentos son terapéuticos (observen que por ninguna parte he dicho que nos enseñan algo o nos dejan moraleja) y nos dan una representación del mundo más elaborada. Frente a las habituales narraciones simplistas de la televisión, de los videojuegos y ahora de internet, el cuento de ficción nos podría ayudar a tener mejores referentes y más holísticos de la realidad.”

“Los buenos cuentos nos previenen contra el pensamiento unidimensional, contra los  prejuicios y cierta mojigatería burguesa que considera como válida una forma de vida convencional donde las cosas deben seguir igual para que no cambie nada: para que no se nos altere el pulso. Los buenos cuentos –y excusen la comparación si molesta a alguien- como los buenos orgasmos ponen a correr la sangre, quitan el aire, raptan a la vida un momento de verdad.”


“…necesitamos de los buenos cuentos para sobrevivir. Necesitamos de tu voz narrativa Scherazada para que nos prestes el hilo de Ariadna y nos ayudes a movernos en ese laberinto que llamamos vida. Y a hacerlo de manera inteligente, estudiosa, serena. Solo el arte y entre ellas la literatura –vital, atrevida, que desafía sus logros con nuevos desafíos, con todos sus anhelos ilimitados- nos permite ser incluidos en la única familia a la que legítimamente pertenecemos: la familia humana.”

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