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miércoles, 25 de enero de 2023

DECALOGOS DE TALLER LITERARIO: Propuesta # 2: decálogo del villano perfecto en literatura

 

 

DECALOGOS DE TALLER LITERARIO


                                       Emilio Alberto Restrepo

Aunque es frecuente que los opositores al modelo de los decálogos los desdeñen por considerarlos un cúmulo de obviedades(muchas veces lo son) o una recopilación de lugares comunes repetidos hasta la saciedad(y eso en parte explica su relativo desprestigio entre intelectuales o puristas), es evidente que los escritores en formación pueden sacar provecho de ellos si los decantan y los aplican con la única herramienta que no tiene discusión: el sentido común.

Hay que afrontarlos con una dosis equilibrada de entusiasmo y desconfianza, hay que atreverse a deconstruirlos y replantearlos, no se pueden aplicar como una plantilla rígida e inamovible.

Estos ejercicios surgieron en una reunión convocada para hablar de  novela urbana, haciendo énfasis en el conflicto y el valor de un buen antagonista que jalone la acción.

Presentamos lo discutido en plenaria, a manera de decálogos (arbitrarios e incompletos, como suelen ser)




 







Propuesta # 2:  decálogo del villano perfecto en literatura, partimos  de la premisa de que “a mejor malo, mejor historia”, haciendo énfasis en la importancia del antagonista para generar un conflicto potente y una historia más interesante

1.     Tener una motivación clara: Es importante que el villano tenga una motivación contundente y comprensible para sus acciones malvadas, para que el lector pueda entender por qué actúa de esa manera. EJ: robar un cuadro, coronar una estafa, atracar un banco, engañar una viuda, etc.  El objetivo del villano no deja dudas y desestabiliza un orden establecido.

 

2.     Ser un desafío para el héroe: El villano debe ser un desafío para el héroe, tanto física como psicológicamente, para generar un conflicto potente y emocionante. Lo debe sacudir, asustar y confrontar. Lo saca de su zona de confort. Le roba la tranquilidad y se le puede volver una obsesión. El protagonista se siente incómodo, le teme o lo irrita, en todo caso se le convierte en un objetivo que tiene que alcanzar, una motivación a la que se tiene que oponer con todo su entusiasmo, entendiendo desde el principio que no es tarea fácil

 

3.     Tener suficiente profundidad: El villano debe tener una suficiente profundidad como personaje, con un pasado, metas y deseos, para que el lector pueda entenderlo y relacionarse con él. Eso evita los personajes planos, insaboros o caricaturizados que generan mas patetismo que adherencia.

 

4.     Tener una personalidad compleja: El villano debe tener una personalidad compleja, con una mezcla de virtudes y defectos, para que el lector no lo vea como un personaje unidimensional. No hay tonos absolutos de blanco y negro. En medio de su ambición y su perversidad, puede mostrar rasgos de nobleza, sensibilidad o solidaridad con los suyos. Pero lo dominante, es su rasgo de una maldad que no deje dudas

 

5.     Ser una amenaza creíble: El villano debe ser una amenaza creíble, con poder y recursos suficientes y lógicos para desafiar al héroe. Nada de ases sacados de la manga en el ultimo momento, o “deux ex machina” traídos de los cabellos o gemelos aparecidos al final o sueños que resuelven la acción. Ante todo, tener  una coherencia que lleve a una adecuada “supresión de la incredulidad”. Por ejemplo, no salir con un truco de magia para coronar la acción, si durante toda la trama no se sembraron los indicios de que era mago. Hay que tener un pacto respetuoso con el lector, unas reglas del juego.

 

6.     Tener una planificación cuidadosa: El villano debe tener una planificación cuidadosa y estratégica para sus acciones malvadas, para que el lector pueda apreciar su inteligencia y astucia.  La historia debe ser contada con verosimilitud, con detalles que alimenten la credibilidad y que el paso a paso de su plan en la historia se fije en la mente del lector sin generar dudas ni desconfianza

 

7.     Tener una relación interesante con el héroe: La relación entre el villano y el héroe debe ser interesante y compleja, con una historia pasada o un vínculo emocional que los conecte. De cada encuentro deben salir chispas, diálogos ingeniosos, rabias no resueltas, promesas de desafíos que se deben resolver mas adelante. Nunca dejar cabos sueltos

 

8.     Tener una evolución: El villano debe tener una transformación a lo largo de la historia, tanto en sus motivaciones como en sus acciones, para que el lector pueda ver su desarrollo como personaje. En los textos y en los guiones, es importante dejar clara la transfiguración del personaje. De pronto los únicos que no mutan son los superhéroes o James Bond, que siempre son los mismos, pero en el resto, el personaje debe sufrir una transfiguración a la vista del lector. Los personajes planos, o inamovibles o blindados dejan poca huella y mínima adherencia.

 

 

9.     Tener una presencia impactante: El villano debe tener una presencia llamativa, ya sea física o de personalidad, para que el lector se acuerde de él. Algo lo debe caracterizar, una o más características lo hacen distinto, reconocible, temido.

 

10.Tener un final satisfactorio: El final del villano debe ser satisfactorio, ya sea un castigo justo o un cambio de personalidad, para que el lector pueda cerrar su historia de una manera adecuada. No hay una formula rígida de ganar o perder, lo importante es lograr giros de tuerca eficaces, y que no queden cabos sueltos. Decidir si se dejan aspectos en punta para futuras historia o confección de zaga, pero el elemento central de la historia que ocupa la atención debe quedar cerrado.

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