8 cosas que aprendí escribiendo Jaume Vicent
Comenzar a
escribir es, a veces, complicado, publicar es mucho más difícil. Yo miraba a
los grandes escritores, con su lenguaje fluido y esas novelas tan importantes,
sus blogs con miles de lectores… Yo leía, los observaba, analizaba sus
contenidos y pensaba: no sé exactamente qué es lo que tienen, pero sé que nunca
seré como ellos.
Ellos eran
escritores de verdad. Y, en lo más hondo de mi corazón, yo temía no llegar a
ser como ellos.
Sin embargo,
a medida que fui dando más y más pasos en el terreno de la escritura, me di
cuenta de que esa sensación, esa percepción que parecía tan real, no era
cierta. Los escritores (todos, a cualquier nivel, publicados, auto-publicados o
sin publicar) nos enfrentamos a los mismos miedos y problemas.
Te voy a
contar 8 secretos. 8 cosas que todos los escritores sabemos, pero que nunca te
contamos. 8 cosas que todo el mundo parecía saber de antemano, pero que a mí no
me contaron y tuve que aprender sobre la marcha. Espero que te sean útiles.
8 cosas que
aprendí escribiendo.
#Secreto 1: escribir es difícil.
“Escribir es
fácil, todo lo que tienes que hacer es sentarte frente a una hoja en blanco
hasta que te sangre la frente.” Gene Fowler.
Hay una
especie de mito (no sólo en el mundo de la escritura) de que si eres bueno en
algo, te resultará sencillo. Y que los escritores, como nosotros, nos sentamos
y escribimos durante un rato sin demasiadas complicaciones.
La realidad
es que escribir es muy duro. Algunos estilos son mucho más complicados que
otros, pero cualquier estilo te va a plantar cara. Empezar cuesta, y hay muy
pocos escritores (casi ninguno) que sea capaz de sacar un primer borrador en
condiciones.
Mi consejo:
Empezar es difícil, no pasa nada si te cuesta decidirte y sentarte a escribir.
Pero esto como hacer ejercicio, tienes que comenzar; una vez te pongas, te
resultará más sencillo seguir con una buena rutina.
#Secreto 2: Todos luchamos contra la
pereza
“Sólo hay un
tipo de personas que necesita más vasos de agua que un niño acostado. Y es un
escritor trabajando”. Mignon Mclaughlin.
Muchos
escritores hablan sobre esto, a menudo en tono jocoso: procastinamos. Somos los
mayores procastinadores. Y no sólo los novatos, hay escritores consagrados que
tienen grandes problemas a la hora de ponerse a escribir.
La
procastinación, puede aparecer con diversos disfraces:
Friegas los
platos, limpias la casa, ordenas el escritorio, le sacas punta a los lápices,
colocas en orden milimétrico las hojas…cualquier cosa menos empezar a escribir.
Escribes de
manera regular los posts de tu blog o las entradas de tu diario, pero postpones
una y otra vez cualquier proyecto importante, como empezar tu siguiente novela.
Recibes
e-mails, mensajes, revisas twitter, miras por la ventana, acaricias al
gato…todo eso frente a un hoja en blanco en tu procesador de textos.
Hay otra
forma de procastinación, más sutil, más insidiosa: resulta muy sencillo decirte
a ti mismo que no estás preparado para comenzar ese proyecto tan complejo. La
autocompasión puede ser un enemigo terrible, no escuches a esa voz.
Mi consejo:
revisa tu escritura. Hazlo con calma, si hace falta que lo haga otra persona.
¿Estás procastinando algo? ¿Qué necesitas para comenzar ese proyecto? Busca lo
que necesites y comienza a escribir ya. No pierdas ni un día más.
#Secreto 3: Somos transparentes
“Todo autor,
a su manera, se retrata en su escritura. Incluso cuando se niega a hacerlo”.
Goethe.
Todo lo que
escribes dice algo de ti como persona. Quieras o no quieras. Incluso lo que
eliges escribir resulta significante.
Esto no
acaba aquí: los grandes escritores escriben sobre sus vidas. Si eres fan de un
escritor, si conoces su vida, seguro que serás capaz de captar esos pequeños
detalles autobiográficos que todos, en algún momento, dejamos caer entre
nuestras líneas. Es humano; si conoces a alguien lo suficiente, verás la forma
en la que sus experiencias pasadas han moldeado su personalidad.
Mi consejo:
Mira atrás, recuerda, no importa que sea una chorrada, siempre que tenga una
carga emocional para ti. Escribe sobre ello. Hay una verdad ahí dentro que
ayudará a dar vida a lo que escribes.
#Secreto 4: Los primeros borradores
son basura
“La única
forma que tengo de escribir algo, es haciendo borradores malísimos. El primer
borrador, es el borrador de un crío. Dejas que salga todo, que se desparrame
sin más, porque sabes que nadie lo va a ver. Ya tendrás tiempo de arreglarlo”.
Annie Lamott.
Trazos,
ideas, escritura automática. Todo cabe a la hora de terminar el primer borrador
de tu obra. Los borradores no se deberían parecer en nada a la obra terminada.
J. K Rowling se cargó por completo a un personaje de su primer borrador de
Harry Potter.
Como lector,
lo que ves es el producto final y manufacturado. No tienes acceso a la fábrica,
a las materias primas, a la cadena de producción. Lo que nos llega a los
lectores es un producto pulido tras horas de repaso y lectura concienzuda. Sin
embargo, los borradores existen, llenos de faltas, de errores gramaticales, de
frases largas, indulgentes y vacías.
Mi consejo:
No te preocupes si tu primer borrador da asco. Si puedes, echa un vistazo a los
borradores de los grandes escritores y compara.
#Secreto 5: Tu novela nunca estará
terminada.
“El arte
nunca está terminado, sólo se abandona”. Leonardo da Vinci.
Seguramente
cuando leas este artículo pensarás que ya está terminado. De lo contrario
tendría poco sentido hacerlo público. Te contaré un secreto: cada vez que yo lo
lea pensaré que le falta esto y lo otro.
Todo
comienza como una amalgama de ideas. Trozos, párrafos, personajes, diálogos,
todo se puede mover, todo se puede desplazar, cortar, ampliar. Muchas veces el
escritor se encuentra en mitad de una encrucijada, decisiones, monedas al aire…
Debido a
esto, para el autor la obra nunca parece que esté finalizada: siempre quedará
espacio para un giro más. En algún punto, el escritor debe decir: basta ya.
Mi consejo:
Busca la finalización, más que la perfección. Nunca verás tu escritura tan
terminada como quisieras. Compártelo, cualquier escrito está incompleto hasta
que ha sido leído.
#Secreto 6: Lo hacemos porque nos
obsesiona.
“Un picor
incurable por escribir posee a muchos, y se hace crónico en sus pechos”.
Juvenal.
La gente
normal no escribe. A muchos, ni siquiera les gusta tener que escribir su
dirección en un papel. Tampoco leen, como mucho se leen un libro o dos al año.
No sienten la necesidad de poner por escrito sus pensamientos, ya sea en un
blog, en un diario o escribiendo una novela.
Si eres de
los que escribe, entonces padeces esta obsesión. Algunos escritores hablan de
esa necesidad de escribir, incluso creen que no podrían vivir sin hacerlo. A mí
también me cuesta mucho imaginar mi vida sin escribir.
Mi consejo:
Acepta que eres raro. Encuentra tiempo para tu escritura, cuida de ella. El
resto del mundo no te entenderá, pero eso no importa demasiado.
#Secreto 7: ¡Enséñame la pasta!
“Todos
escribimos por dinero, excepto los idiotas.” Samuel Johnson.
Aunque
muchos escritores lo hacen por obsesión, a mucho otros lo único que les importa
es el dinero. Y no hay nada de malo en esto. Si puedes llegar a vivir de lo que
escribes, entonces podrás pasarte el día entero entre letras.
Los
escritores ni siquiera necesitan estar de acuerdo con lo que escriben, tampoco
han de amar todo lo que salga de sus cabezas. Yo he escrito sobre músicos de
jazz, descripciones de productos o sobre medicina alternativa, simplemente
porque me pagaban por hacerlo.
No hay nada
de malo en ganar dinero con lo que amas. No importa lo que te cuenten, no
importa lo que te digan; los que te dicen que no hay que pensar en el dinero,
seguramente escriben eso por dinero.
Mi consejo:
Si quieres ganar dinero escribiendo, presta atención al mercado. Los creadores
de contenido (copywriters) están más buscados que los poetas. Intenta cosas
nuevas.
#Secreto 8: Todos dudamos de nosotros
mismos
“Esto es lo
que pienso: estoy empeorando. Mi escritura ya no es tan buena como antes. He
perdido la chispa, la energía ya no soy capaz de ver las escenas. Veo mis
cuentos y creo que podrían estar mucho mejor.” Jessie Morrison.
Puede que
exista algún escritor que jamás haya dudado de si mismo. Si lo hay (seguramente
lo habrá) dudo de que llegue a ser un escritor de éxito. Los buenos escritores
siempre están llenos de dudas, pues, al mejorar, sus flaquezas y sus fallos se
les hacen más visibles.
La duda
puede ser muy destructiva, llegando al punto de aniquilarte como escritor.
Tienes que mantenerte firme, no eres el único con este problema. No hay nada
malo en tener una vocecita dentro de tu cabeza que te diga: ¿Quién coño va a
querer leer esto?
Mi consejo:
La próxima vez que dudes de ti, sigue adelante. Deja a un lado las dudas
mientras escribas el borrador, úsalas una vez comiences la corrección.
Espero que
os haya sido de ayuda, no son más que unos consejos, un poco de mi experiencia.
Si os ha gustado, por favor, compartidlo con los demás. Tal vez a ellos también
les resulte útil.
Ahora te
toca a ti: ¿Cuál es tu secreto?
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