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miércoles, 20 de diciembre de 2017

EL DECÁLOGO DEL BUEN ESCRITOR FANTASMA

EL DECÁLOGO DEL BUEN GHOSTWRITER


A la hora de trabajar como ghostwriter solemos pensar que lo más importante, prácticamente lo único, es cuando llega el momento de ponerse ante el teclado y empezar a escribir. En realidad no lo es, es una parte más del proceso.

Son varias las cuestiones que hay que tener en cuenta y cuidar, tanto antes como después de escribir y que difieren mucho de cuando trabajas en una publicación propia. De aplicarlas correctamente depende que llegues a ser un buen escritor fantasma.

Y para que esto ocurra te he preparado el decálogo del ghostwriter, porque esto va de mucho más que darle a la tecla.



No es tu libro. Es algo que tiene que quedarte claro, especialmente cuando empiezas a trabajar como escritor fantasma. Tienes que adaptarte a lo que te pide quienes te hayan contratado y aunque puedes hacer sugerencias nunca has de incluir aportaciones propias sin antes haberlas consensuado. Recuerda que no es tu libro, durante todo el proceso.

Es un trabajo. Puede sonar redundante, incluso ridículo, pero muchas veces nos olvidamos de que es así. Organízate, crea un planning y sigue las directrices que te han marcado. Nada de improvisar ni dejarlo para última hora.

Sé un escritor diferente en cada nuevo proyecto. Ya comentamos antes que no es tu libro, así que no has de escribirlo como si lo fuera. Has de meterte en la piel del autor que quieren que seas y adaptarte a un estilo y vocabulario propio. Es fundamental en el trabajo de un buen ghostwriter y normalmente requiere un trabajo de investigación previo a la escritura.

Cumple los plazos. Si tú escribes una novela porque te apetece lo más probable es que lo hagas en tu tiempo libre, sin plazos marcados y sin prisas. En este caso no es así, es un trabajo que debes entregar a tiempo y siguiendo las directrices que te hayan marcado.

No trabajes en dos libros diferentes al mismo tiempo. En cada proyecto has de convertirte en un escritor diferente, incluso adaptar la forma de escribir de otros, así que si trabajas en dos proyectos al mismo tiempo puedes ‘contagiarte’. Separa el tiempo que dedicas a cada uno para evitarlo.

Ten claro qué quiere el cliente. Nos centramos siempre en la parte de la escritura, pero esta no tendría sentido si antes no se habla y concreta qué es lo que quiere el cliente. Tenlo claro antes de empezar a teclear porque te ahorrará perder el tiempo y reescribir.

Concreta las condiciones. No dejes ningún detalle al azar para evitar sorpresas de última hora. Antes de asumir el encargo has de saber de cuánto tiempo dispones para hacerlo, qué extensión quieren, en qué formato se va a publicar e indicaciones sobre estilo, vocabulario y orientaciones.

Contrato de confidencialidad. Es habitual que cuando se contrata a un escritor fantasma se firme un contrato de confidencialidad a fin de preservar la identidad del verdadero autor de la obra. Es una garantía que no debes saltarte.

Seguimiento del proyecto. Aunque te hayan pedido escribir un libro y no te hayan exigido ningún tipo de supervisión es importante mantener el contacto con quien te ha contratado. Así puedes saber si ha habido algún tipo de cambio en las previsiones iniciales en cuanto a estilo, publicación o extensión de la publicación.

Tu vinculación tiene fecha de caducidad. El último punto del decálogo es muy parecido al primero. Debes recordar que el libro que has escrito no es tuyo legalmente, así que tu vinculación con él acaba una vez lo has entregado y han hecho las correcciones o consideraciones oportunas.




EL DECÁLOGO LITERARIO DE ETGAR KERET

EL DECÁLOGO LITERARIO DE ETGAR KERET, EN SUS PROPIAS PALABRAS


Enlace Judío México – El pasado martes 2 de mayo de 2017 en el auditorio de la librería Gandi de Miguel Ángel de Quevedo, se presentó el libro titulado “Tuberías” del escritor israelí Etkar Keret.
El escritor Etkar Keret nació en Israel en 1967, en la ciudad de Ramat Gan. Entre su obra se encuentran colecciones de cuentos cortos, guiones para televisión y cine; además, está considerado como uno de los máximos exponentes de la narrativa moderna israelí por su amplio empleo del lenguaje coloquial con el que teje historias donde la vida cotidiana, el humor negro y el surrealismo conviven con lo grotesco e incluso lo pueril.
Como escritor goza de inmensa popularidad, especialmente entre el público adolescente, ávido lector de sus obras.
Para Keret la literatura es una herramienta más para comprender al mundo. Durante la concurrida presentación de su libro, el prolífico escritor ennumeró un “décalogo” para todo aquel que quiera navegar en el mar de las letras.

1. Asegúrate de que te lo estás pasando bien
A los escritores les encanta presumir de lo duro que es el proceso creativo. Están mintiendo. No quieren admitir que se ganan la vida pasándolo bien. Escribir es una manera de vivir otra vida. Muchas vidas. Las de incontables personas que nunca serás pero que son completamente tú. Cada vez que te sientes y te enfrentes a una página en blanco, da las gracias. Es divertido. Elegante. Chulo. Y no dejes que nadie te diga lo contrario.

2. Ama a tus personajes
Para que un personaje sea real, tiene que existir al menos una persona en este mundo que sea capaz de entenderlo, les guste o no lo que haga y diga el personaje. Eres el padre y la madre de los personajes que creas. Si tú no los quieres, nadie lo hará.

3. No le debas nada a nadie
En la vida real, si no te comportas puedes acabar en la cárcel o en un psiquiátrico, pero en la literatura, todo vale. Si hay un personaje en tu historia que te atrae, bésalo. Si hay una alfombra que odias, métele fuego. Cuando se trata de escribir, puedes destruir planetas enteros y erradicar civilizaciones a golpe de teclado. Aún así tu vecina mayor no te va a retirar el saludo.

4. Empieza siempre desde la mitad
El principio es como el  borde chamuscado que se ha quedado en el molde de una tarta. Quizá lo necesitas pero no es realmente comestible.

5. Intenta no saber el final
La curiosidad es una fuerza poderosa. No te dejes arrastrar por ella. Cuando vayas a escribir un relato o un capítulo, toma el control de la situación y de las motivaciones de los personajes, pero déjate sorprender siempre por los giros de la trama.


6. No hagas algo porque «siempre ha sido así»
Párrafos, comillas, personajes que siempre estarán incluso cuando pases de página. Todo eso son convenciones que están a tu servicio. Si no te sirven, olvídate de eso. El hecho de que cada libro tenga unas reglas no quiere decir que tengan que servir para tu libro.

7. Escribe con tu estilo
Si intentas escribir como Nabokov, siempre habrá por lo menos una persona —cuyo nombre es Vladimir y apellido es Nabokov— que lo hará mejor que tú. Pero cuándo se trata de escribir como tú sabes, siempre serás el campeón del mundo.

8. Asegúrate de que estás solo en la habitación cuando escribes
Aunque escribir en cafeterías suene romántico, tener a gente a tu alrededor te distraerá, aunque no te des cuenta. Cuando no hay nadie a tu alrededor, puedes hablar contigo mismo y tocarte la nariz. Y meterse el dedo en la nariz es una misión menos natural cuando hay gente mirando.

9. Deja que te animen las personas a las que le gusta lo que escribes
E intenta ignorar a los demás. Simplemente, cualquier cosa que escribas no es para ellos. No importa. Hay un montón de escritores en el mundo. Si buscan lo suficiente, encontrarán a uno que cumpla con sus expectativas.

10. Oye a todos pero no escuches a nadie (excepto a mí)

Escribir es uno de los territorios más privados del mundo. De la misma forma que nadie puede enseñarte a hacer café, tampoco nadie te puede enseñar a escribir. Si alguien te da un consejo que suene bien y funcione mejor, úsalo. Si te dan un consejo que suene bien pero que no funciona, no pierdas ni un segundo. A lo mejor le sirve a otro.