Como
escribir un Best-Seller
(Varios autores, y siguen aumentando...)
"El
'best seller' suele suceder cuando las obras admiten lecturas
susceptibles de interesar a públicos diversos"
"En
su origen eran libros que se vendían más. Luego el adjetivo
calificó a los sospechosos de insuficiencias literarias"
Epígrafes de El País
Diez reglas para escribir un best seller
Por
Alberto Chimal
Tomado
de:
1.
Como el mercado editorial tiene predilección por la novela, el libro
debe ser una novela, y de hecho debe serlo en el sentido que se da
actualmente al término, y que tiene que ver, sobre todo, con la
forma que la novela adoptó en su gran época, allá en el siglo XIX.
2.
Por lo tanto, la novela tiene que provocar una ilusión de verdad del
modo más sencillo y convencional que se pueda. Esto es lo que sucede
cuando se dice que un libro “atrapa”: simplemente, la prosa es
tan sencilla de seguir que no llama la atención sobre sí misma.
Esta prosa se presta, incluso ante el lector más distraído y menos
interesado, a no
ser percibida:
a permitir que el lector la siga sin obstrucción alguna e imagine
rápidamente sus propias versiones de sucesos y personajes.
3.
Por supuesto, el lector más distraído y menos interesado es el
lector al que se apunta en este caso. Es un lector que sólo quiere
entretenerse, que juzga que su vida real es bastante complicada como
para complicársela más con su entretenimiento y que no desea sino
esto: pasar un buen rato con una obra que lo distraiga pero no lo
afecte de forma duradera.
4.
Esto significa que el libro no debe confrontar, cuestionar ni poner
en duda ninguno de los valores dominantes en la gran población (debe
ser grande, claro), a la que apunta. Debe decir lo que la gente ya
sabe y acepta, y además hacerlo de una forma llamativa pero no
demasiado extraña.
5.
La prosa debe alternar entre descripciones vívidas del ambiente
(aunque no deben ser muy largas ni complejas), detalles del pasado de
los personajes y segmentos de acción. La acción puede contener lo
que se desee (incluyendo sexo y violencia); los antecedentes crean la
ilusión de que se conoce a los personajes y de que lo que sucede
tiene importancia.
6.
Los capítulos no deben durar más de 15 páginas cada uno. El libro
entero debe tener un mínimo de 60,000 palabras si es “para niños
o jóvenes” y 100,000 si es “para adultos”.
7.
Cada capítulo salvo el último debe terminar, de preferencia, con un
“gancho”: una acción no resuelta que suponga un problema serio o
(mejor aún) un peligro para los personajes principales, y que se
resuelva sólo en el capítulo siguiente.
8.
Es mejor si el protagonista de la novela, sin dejar de tener rasgos
distintivos y memorables, no tiene demasiada complejidad de carácter,
para que el lector se pueda imaginar fácilmente en su lugar.
9.
Es mejor también si se tiene el apoyo decidido de una editorial que
esté dispuesta a gastar mucho dinero en las numerosas formas de
publicidad disponibles.
10.
Es todavía mejor si, como persona, el autor o autora tiene rasgos
que puedan comercializarse: si tiene belleza, juventud, una biografía
interesante (y, lo mejor de lo mejor, si se le puede crear una
leyenda: una historia simple y sentimental pero inspiradora y llena
de episodios pintorescos)…
[Los
últimos dos incisos no tienen nada que ver, es cierto, con la
literatura. Por otro lado cuadran perfectamente con la ideas actuales
de la fama y del éxito.]
10
consejos para ser un escritor millonario
Lina
Vargas
Tomado
de:
1.
Escriba sagas. JK
Rowling con Harry
Potter,
Janet Evanovich con Stephanie
Plum,
Suzanne Collins con Los
juegos del hambre y
John Grisham con Theodore
Boone:
todos los escritores mencionados por Forbes han sucumbido al poder de
las sagas. Desde trilogías hasta series de quince libros con un solo
protagonista que, por lo general, cuentan la misma historia. Las
sagas surgieron en la Edad Media para narrar las vidas de santos y
reyes de forma muy parecida a la oralidad y, según indican las
cifras, continúan siendo la fórmula mágica para los best
sellers.
Así que prepárese para escribir mucho. La buena noticia es que no
tiene que innovar demasiado de un libro a otro.
2.
Escriba como habla. Lo
dijo James Patterson, el escritor más rico según Forbes, que gana
noventa y cuatro millones el año pasado. “En realidad, intento que
la literatura escrita se parezca a la oral y las descripciones no me
interesan, creo que aburren y no aportan nada”. Si lo que usted
busca es vender libros, trate que su escritura sea lo más sencilla
posible. Recuerde que sus lectores quieren entretenerse con una
historia digerible. Por eso huya de las metáforas muy ingeniosas y
de las frases, párrafos y capítulos largos.
3.
No sea tan profundo. Buena
parte del éxito de los best
sellers está
en las historias poco complejas. Suzanne Collins, la autora de Los
juegos del hambre y
novena en la lista de Forbes con una ganancia de veinte millones de
dólares, podría haber escrito una novela complicadísima sobre la
violencia, la pobreza y la desigualdad. Lo que hizo, en cambio, fue
una trilogía llena de acción y sin una gota de reflexión. Y eso la
ha hecho vender veinticinco millones de ejemplares.
4.
Haga que sus personajes hablen y actúen. ¿Recuerda
los monólogos de Raskolnikov, el protagonista de Crimen
y castigo?
¿Recuerda que allí estaban todas las contradicciones y temores de
la condición humana? Pues no se le ocurra hacer nada similar cuando
esté construyendo los personajes para subest
seller.
Escriba sobre gente sin vacilaciones morales. Desde luego, pueden
tener rasgos distintivos, pero nada que al lector le cueste imaginar.
Piense, por ejemplo, en lo bien que le fue a los vampiros
de Crepúsculo a
punta de dilemas flojos. Eso sí, llene las páginas de su best
seller con
diálogos y acciones en las que todo quede explicado. En un best
seller no
hay lugar para las dudas.
5.
No escatime en el misterio y la intriga. No
solo se trata de terminar los capítulos en punta para asegurar que
el lector siga leyendo. Que sus historias sean sobre misterios,
crímenes y conspiraciones le darán un puesto seguro en la lista de
los más vendidos. Tenga en cuenta que existe toda una gama de
posibilidades: desde las intrigas en el mundo de la justicia que tan
bien ha sabido recrear John Grisham, cuarto en la lista de Forbes,
hasta las conspiraciones históricas de Ken Follet, en el número
catorce.
6.
Recree un par de escenas sexuales o eróticas. La
maestra en este punto es, por supuesto, E.L. James, la autora
de Cincuenta
sombras de Grey que
aunque no hizo parte de la lista de Forbes es, según la revista, una
candidata fija para el conteo del próximo año. La respaldan las
treinta y un millones de copias que ha vendido en el mundo. La trama
es conocida: la inocente joven Anastasia Steele comienza una relación
con el millonario Christian Grey. No contenta con la diferencia de
clases entre los personajes, James decidió poner su vendedor toque
personal: la relación entre Steele y Grey está marcada por las
prácticas sadomasoquistas.
7.
Añada un romance tormentoso. Si
por algún motivo le da pudor escribir escenas explícitamente
eróticas, empiece por el romance. Tome a Stephanie Meyer como
ejemplo. La autora de la saga Crepúsculo se
valió de una premisa simple: el amor siempre es tormentoso. Si no
que lo digan las telenovelas latinoamericanas. Si quiere seguir por
esta vía, haga que sus personajes tengan una diferencia en
apariencia irreconciliable –de clase, edad o racial– que, sin
embargo, superan gracias al amor.
8.
Ubique la historia en otra época. Aunque
ya está pasando el boom de
las novelas históricas, la fórmula todavía puede atrapar a los
lectores: haga pasar hechos inventados como si hubieran ocurrido de
verdad. El lector no solo se sentirá cautivado con la trama, sino
que sentirá que está aprendiendo de historia. Entre más
conspiraciones pueda recrear, mejor. No olvide usar frases como: “la
verdad sobre…”.
9.
Atraiga a los jóvenes. Así
como lo hicieron Rowling, Meyer y Collins –tres de las seis
escritoras de la lista de Forbes– escriba para jóvenes. Recuerde
que las estrategias de promoción están cambiando y que, además de
los lanzamientos tradicionales, los libros consiguen lectores según
lo mucho que suenen en blogs y redes sociales. A su libro para
jóvenes –que puede ser sobre magos, vampiros, mundos apocalípticos
y hasta ángeles– súmele videojuegos, películas y todo el
merchandising que se le ocurra.
10.
No se encariñe con sus libros. Sin
excepción, los quince escritores de la lista de Forbes tienen algo
en común: no paran de escribir. Patterson, por ejemplo, ha publicado
más de cien novelas. Una cifra asombrosa respaldada por una decisión
inteligente. Si sueña con ser un escritor de best
sellers no
espere a que su libro salga de las listas para empezar el siguiente.
No olvide que es difícil que un libro siga vendiéndose igual de
bien después de varios meses de haber salido al mercado.
Una
última recomendación: usted quiere ser un best
seller,
así que no se preocupe por no ser un escritor más profundo. Más
bien siga este consejo del muy sincero James Patterson: “Cuando
comencé a interesarme por la literatura leí a autores como James
Joyce o Gabriel García Márquez y me di cuenta de que mi talento no
alcanzaba para escribir el Ulises.
Ahora bien, poco después leí novelas como Chacal o El
exorcista y
me dije que yo era capaz de escribir ese tipo de libros”.
A
estos consejos, un portal añade estos 2:
Mucho diálogo, poca descripción
Una
extensión del consejo anterior: incluir diálogo. Diálogo para
todo. Si podéis describir una situación mediante diálogos, mucho
mejor que hacerlo mediante párrafos largos de belleza inextricable.
Al rico cliffhanger
La
gente normal (la mayoría) es perezosa. Si tiene que leer, necesita
de incentivos para no dejar el libro a las cinco páginas y pasarse
al Sálvame.
De modo que hay que llamar la atención del lector como sea. El
método más eficaz, explotado a mansalva, por ejemplo, por series
como Perdidos, es
dejar al lector con la miel en los labios.
Es decir, incluir cliffhangers:
que al final de cada capítulo (capítulos cortos, por favor), se
describa una situación extrema de la que nadie podrá salir vivo o
se esté a punto de revelar alguna información trascendental (del
tipo, Luke,
yo soy tu padre),
pero que no se resuelva hasta el siguiente capítulo. O hasta el
otro. O ya puestos: hasta la siguiente entrega de la saga.
Y El País, anota lo siguente:
“Desde
que, a principios del
siglo XX, se popularizaron en Estados Unidos las listas de best
sellers no
han faltado los intentos editoriales de fabricar éxitos
instantáneos: libros de encargo basados en fórmulas estereotipadas
o miméticas (como los innumerables clones surgidos al calor de El
código Da Vinci)
y muy pegados a las aspiraciones, angustias o curiosidades que se
atribuyen a un determinado público en un momento dado. O, en sus
modalidades más chabacanas y contemporáneas, que explotan el tirón
mediático de ciertos famosos-por-ser-famosos que ponen en letra
impresa las mismas inanidades y desparpajos que los han hecho
populares en las pantallas de la tele. Convertidos de la noche a la
mañana en "escritores" a cambio de un nada despreciable
anticipo, sus libros ("de usar y tirar") suelen ser
auténticas burbujas que estallan sin dejar más huella que la de su
propia futilidad.”
“De
manera que no hay reglas inamovibles: cualquier libro puede
convertirse en best
seller.
Por razones elementales de mercado, los grandes superventas suelen
ser novelas: en la lista avalada por la Federación de Gremios de
Editores de España sólo 1 de los 25 libros más leídos en 2008 (El
secreto,
de Rhonda Byrne) responde a lo que los anglófonos designan como non
fiction.”
“Un best
seller es
prácticamente impredecible. Los editores de los grandes grupos
españoles rechazaron el primer Harry Potter porque les resultaba
excesivamente british para
nuestros niños, un tren del que se aprovecharon los independientes
de Salamandra. No ha sido el único resbalón sufrido por los más
grandes de la edición: ahí tienen El
código Da Vinci (2003),
del que se han vendido más de 60 millones de ejemplares en todo el
mundo, y que en España publicó Umbriel.”
“Los best
sellers más
llamativos son los más inesperados”
“La
crítica influye poco en la creación de un best
seller:
quizá debido a que en nuestro tiempo participa de la misma crisis
de auctoritas que
ha afectado a los intelectuales y a las llamadas "grandes
narraciones" ideológicas. Pero existen otras formas
de auctoritas que
pueden hacer mucho por la venta de un libro: la de los políticos,
por ejemplo.
También
influyen en el éxito de un libro la opinión de otros personajes
mediáticos, con tal de que se hallen investidos de esa forma
contemporánea de auctoritas que
confiere el espectáculo.”
“Un
'best seller' de masas -una
categoría en la que podrían incluirse algunos de los grandes éxitos
de los últimos años, desde la serie de Harry Potter o El
código Da Vinci hasta
la saga Crepúsculo, de
Stephenie Meyer- es un fenómeno sociológico. La publicación de
cada libro, más allá de sus contenidos, se convierte en un
acontecimiento por sí mismo.”
“El best
seller cambia
al ritmo vertiginoso de las nuevas sensibilidades e intereses.
Habrá best
sellers mientras
haya lectores.”
Más
consejos
Tomado
de:
“¿Cuáles
son las claves para ser un escritor bestseller? Editores, críticos y
autores creen que no hay fórmulas, aunque sí pistas y, como
siempre, una cuota de suerte. “Los bestsellers no se construyen, no
lo puede hacer el autor ni la editorial”
“George
Martin ha dado algunas pistas sobre su éxito: “No se empieza con
una saga. Empiezas con una buena historia corta y la vendes. Escribes
otra y la vendes. Acabas escribiendo una historia corta al mes
durante un par de años y vendes todas las que puedes hasta hacerte
con un nombre y aprender los pequeños trucos del gremio”.
“Así,
los bestsellers dependen de muchos factores, pero sin duda una buena
edición es uno de ellos”.
“...los
ingredientes más importantes de una superproducción nunca cambian.
Y nombra dos factores para el éxito: sorpresa y originalidad. Con
los años se ha sumado otro elemento: el apoyo de personajes
mediáticos.”
“Más
allá de las cifras, editores y críticos concuerdan en que los
buenos bestsellers crean lectores. También muchos imitadores.”
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