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sábado, 12 de marzo de 2016

25 consejos para ser un buen escritor de cuentos - Carlos Alberto Velásquez Córdoba

25 consejos para ser un buen escritor de cuentos
Por Carlos Alberto Velásquez Córdoba

1. Si estás buscando consejos para escribir, es porque aun no tienes ni la menor  idea de lo que vas a escribir. Si la tuvieras, estarías más ocupado escribiendo que buscando consejos. 

2. Escribir es como hablar. Ya tienes la materia prima en versión oral.  Pero recuerda que el lenguaje es solo la materia prima.  Con ella tienes que hacer un producto que sea superior a los insumos. Escribir tiene una ventaja: puedes ensayar cuantas veces quieras lo que vas a decir. Si alguna vez has dicho una mentira y te la han creído, ya estás en un nivel avanzado para escribir cuentos.  La clave es escribirla de tal forma que te la crean.

3. Un buen cuento debe atrapar al lector desde la primera frase. Si estuvieras vendiendo un  producto, podrías presionar al comprador hasta lograr una venta, pero tu texto no puede hacerlo. Así que no dejes que el lector huya. La forma como empieces tu relato asegura la permanencia del lector.  Tu libro no podrá seguirlo y obligarlo a continuar con el texto.  Eso solo lo puede lograr un buen principio.

4. Aprende a generar expectativa alejándote de cánones preestablecidos. Cuando llegas al trabajo después de haber sido robado es más interesante decir "Me acaban de robar, vengan les cuento..." que empezar la narración con la conocida frase: "Érase una vez un ladrón..."

5. Todo lector se quiere meter en el relato. Déjalo que entre. Si le cierras la puerta, no lo hará, a menos que prometas un tesoro adentro. Al menos deja que mire por una rendija...

6. Revisa la redacción meticulosamente al igual que la ortografía. Un lector promedio querrá entablar una conversación con tu libro. Muy pocos lectores asumirán  el reto de tratar de traducirlo. Si es difícil leerlo, la mayoría buscarán un Best Seller de mala calidad que esté de moda y que sea de fácil lectura.

7. Si quieres ser famoso, tírate desde lo alto de un edificio vestido solo con un pañal y una máscara de gato. Saldrás en los noticieros.  Si quieres ser escritor, escribe. Muchos Best seller son escritos por personas que estarían dispuestas a tirarse del edificio si no hubieran encontrado un buen agente de marketing o si no hubieran tenido influencias con los medios de comunicación. Si no tienes ni lo uno ni lo otro, no intentes ser famoso. La fama debe ser para tus obras, no para ti.

8. La creación de un cuento requiere de una mente dispuesta a todo, que sepa preguntarse "Qué pasaría si..." Por ejemplo, ¿qué pasaría si en lugar de escribir estos consejos te los diera en una cápsula para que al tragarla llegaran a tu cerebro? ¿y qué pasaría si... fueras alérgico a una de las palabras que había en la tableta? ¿y qué pasaría si... me acusaran de asesinato por haberte hecho tomar una cápsula con consejos, que tenía palabras ponzoñosas?... ¿y qué pasaría si...?

9. Deja que tus personajes y tu historia hablen por sí mismos. Si se tratara de que hablaras tú, no serías escritor, serías un conferencista y estarías parado frente a  un auditorio.

10. Siempre habrá alguien que piense que eres el mejor escritor del mundo y mereces el premio nobel. En el caso de que tu madre haya muerto, no te desanimes, puede que haya alguien más que también lo piense.

11. La mayoría de tus amigos te elogiarán por ser un excelente escritor. Que eso te baste. No los pongas en problemas al preguntarles qué opinan del personaje de tu cuento. Recuerda que ellos no tienen la capacidad que tú tienes de inventar algo que sea creíble y mucho menos cuando nunca han leído nada tuyo.

12. Si asistes a un curso sobre cómo escribir literatura dirigido por un escritor, disfrútalo, pero no hagas caso de las enseñanzas del profesor. Si alaba tu trabajo, no le creas. Recuerda que es escritor y vive de estar inventando cuentos. De todos modos toma atenta nota. Quizás algún día tú aprendas a inventar cosas tan bien estructuradas que alguien crea que también eres escritor y te pongan a dirigir un curso.

13. Tal vez pienses que nadie te puede decir cómo debes escribir. Pero ten en cuenta que tampoco puedes decirle a tus lectores que opinión deben formarse de tus obras. Si esperas lectores de calidad, tus obras deberán ser de excelente calidad. Recuerda que siempre hay lectores para todo. Incluso para la señal de “PARE”  que hay en la esquina, a pesar de que no tenga ningún valor literario.

14. Algunos escritores ya han transitado el camino y pueden mostrarte sus atajos. Infortunadamente cuando recorres el camino que otros ya han recorrido, te privas de descubrir los paisajes ocultos en la espesura. Muchos se perdieron al salirse del camino.  Otros por el contrario se volvieron famosos haciéndolo.  Si no estás preparado para las consecuencias, sigue el camino que otros trazaron, tendrás menos posibilidades de triunfar, pero estarás seguro.

15. Si los expertos te dicen que debes escribir según los cánones de la literatura moderna, recuerda que no hay ninguna garantía de que en doscientos años esos cánones estén vigentes. La literatura “universal” por el contrario (la que ha llegado a nuestro tiempo) aún tiene seguidores. Que eso te sirva de modelo. Ya te tocará decidir si quieres ser famoso en 200 años o entre lectores contemporáneos. Si tu meta es vivir de la literatura, te recomiendo complacer a los segundos; ellos son menos exigentes.

16. Si quieres robarte una historia, hazlo con inteligencia. Si te gustó un cuento que escribió un colega, sobre el fantasma de un pirata que aparecía en un yate, puedes robarte la historia y escribir sobre una babosa en un zoológico que estaba enamorada de un elefante. En todo caso, trata de que no se note que copiaste la trama.

17. Se autocrítico. Aunque a ti te guste un cuento que has escrito, siempre habrá alguien que podrá escribirlo mejor. De tal forma que púlelo como si fueras otra persona que escribe mejor que tu. Para ello, te recomiendo que cada día seas mejor escritor.

18. La diferencia entre un historiador y un novelista es que todos leerán la obra del historiador buscando las mentiras que escribió y lo atacarán por ello. Al contrario, al novelista, lo alabarán mientras más mentiras escriba. Recuerda que debes escribirlas de tal forma que en unos años cualquier historiador tome tu libro y crea que tú decías la verdad.

19. Nunca obligues a un personaje de tu narración a hacer algo que él no haría.  Cada personaje  tiene su propia naturaleza.   Si fuerzas la trama para la hormiga de tu fábula estrangule al hipopótamo con sus propias patas,  correrás el riesgo de que la misma hormiga decida matar al autor de una patada.  Eso sería funesto para ti,  aunque tu obra gane prestigio como literatura póstuma por lo extremadamente intrincado de los personajes.

20. Aprovecha todo lo que escuches y veas para escribir tus cuentos. Si no tienes historias propias, aprovecha las que oyes de los demás. La mayoría de mis cuentos, por ejemplo, salieron de las historias que contaba mi gato sentado frente a la chimenea. Lo más impresionante al cultivar ese hábito desde muy joven, es que pude hacerlo sin haber tenido nunca un gato, ni mucho menos chimenea.

21. Permite que el lector vaya descubriendo la trama a lo largo de su lectura.  Suéltale la información poco a poco de modo que su interés vaya creciendo con cada frase.  Nunca empieces diciendo que vas a contar la historia del planeta que se disolvió en la nada,  porque un ingeniero químico  no pudo contener en ningún recipiente su “disolvente universal”.  Luego de leer esa primera frase, muchos lectores no tendrán interés en continuar.

22. El final de todo cuento debe impactar al lector. Trata de que el desenlace sea tan imprevisto que el lector, al llegar al último párrafo, se despierte si es que se había quedado dormido.

23. Escribe de forma tal que el lector, al empezar a leer un cuento, quiera saber el final y que al terminarlo quiera leer otro…y otro más.  Si lo logras, habrás alcanzado tu objetivo.  Procura escribir lo suficiente y de buena calidad para que seas tú quien controle su adicción.

24. La creación literaria es muy simple: si tienes una historia para contar, cuéntala. Si no la tienes, invéntala. Si no la puedes inventar, entonces escribe todas las dificultades que tuviste al tratar de inventarla y las consecuencias que tendrías de no poder hacerlo. Mientras más detalles escribas de los inconvenientes sufridos, y peores sean las consecuencias, mayor será el reconocimiento que tendrá tu relato.


25. Por último, sigue estos consejos al pie de la letra y quizás algún día seas un escritor famoso. Si lo consigues, házmelo saber. En ese caso, tal  vez algún día yo los ponga en práctica.

Tomado de: