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domingo, 7 de junio de 2015

20 preguntas a Luis Miguel Rivas

20 preguntas a Luis Miguel Rivas

Por 25 secretos literarios
Tomado de:

1. ¿Escribir sobre lo público o lo privado?

Escribir sobre todo lo que le nazca escribir al que escribe. La literatura nace de lo subjetivo, de lo privado, de la visión personal de las cosas. Narrar asuntos públicos o privados o íntimos (cada quien de acuerdo al estilo, al gusto o a la necesidad), después de haberlos pasado por el filtro de la mirada personal.

2. ¿Escribir de día o de noche?

Cuando escribo estoy en la hora del día en que transcurre lo que estoy escribiendo. Si el personaje está esperando a una chica en la esquina de una gran ciudad a las dos de la mañana, mi habitación es una gran ciudad y son las dos de la mañana. Escribir a la hora en que se tengan ganas de hacerlo. A mí me gusta escribir mis cosas íntimas en la mañana y las crónicas y cuentos en la tarde, pero pocas veces escribo con las condiciones ideales de tiempo y espacio.

3. ¿Cuál es la obra literaria más sobrevalorada?

No me siento con autoridad para hacer juicios de ese tipo. Solo sé que hay obras de culto que a mí no me han parecido tan tan tan, como Los detectives salvajes, de Roberto Bolaño. Sé que el problema puede ser mío y no de la obra, igual son solo juicios que a la hora de la verdad no tienen importancia.

4. ¿Y la injustificadamente olvidada?

No la recuerdo, sinceramente.

5. ¿La obra maestra que nunca ha leído y quizá ha dicho que sí?

He empezado dos veces La montaña mágica de Thomas Mann y en ambas ocasiones he llegado hasta la mitad. Lo curioso es que no me ha aburrido sino que pasan cosas en mi vida y tengo que alejarme intempestivamente de ese mamotreto que exige dedicación casi completa.

6. ¿Cuál es el secreto literario mejor guardado?

No es un libro. Tal vez es solo una palabra que cuando uno la escriba ya quede tranquilo para toda la vida. Alguien la debe conocer y no la dice porque se acabaría el negocio editorial.

7. ¿Hace daño el culto al escritor?

A mí personalmente me han hecho más daño los escritores cultos.

8. ¿Cómo reaccionaría si descubriera miles de copias piratas de sus libros en el mercado negro?

Me alegraría mucho de que mis libros se hubieran popularizado de tal manera y estuvieran llegando a públicos que, de otra manera, no tendrían acceso a ellos. Le propondría a la editorial buscar estrategias para publicar libros a precios asequibles para la gente y propondría ese intento en el que yo también estaría dispuesto a perder si la estrategia no da resultado.

9. ¿El Estado debe pagar para que los escritores escriban?

Una función fundamental del Estado debe ser la formación de ciudadanos conscientes. No se trata de pagar para que los escritores escriban, sino de generar condiciones para que tanto ellos como las personas dedicadas a los oficios artísticos desarrollen adecuadamente una labor esencial para las sociedades.

10. ¿La “escritura creativa” puede aprenderse en un taller?

La técnica se puede aprender en un taller, también las estrategias para que cada persona corra los velos que ocultan sus posibilidades expresivas. Pero el universo individual, la comunicación con el propio inconsciente, el acceso directo a las fuentes de la creatividad, son un asunto íntimo para el que no hay reglas ni normas. A ese espacio se entra abriendo la vereda. Los talleres son la carretera pavimentada que acaba donde empieza la vereda.

11. ¿Qué es un best-seller?

Es un libro que se vende mucho, se lee poco y del cual pronto veremos la película.

12. ¿Qué hábito envidia de otro escritor?

El hábito que tenía Ernest Hemingway de ir todos los días al bar Floridita a tomar mojito hasta que se le parara el ombligo, cuando un mojito en el Floridita no valía las millonadas que vale hoy solo porque Hemingway se los tomaba allí.

13. ¿Qué eslogan propondría para una campaña nacional de lectura?

“Leer enloquece. Y no leer emboba”.

“El que lee por obligación se aburre sin necesidad”.

14. ¿Si fuera libro cuál sería?

Bartleby el escribiente, de Herman Melville. Aunque preferiría no serlo.

15. ¿Cuál fue el primer libro que robó o debió haber robado?

Nunca he robado libros, por pura cobardía. No sé si olvidarse de devolver un libro  hasta que deja de existir el dueño valga como robo. De una circunstancia de ese tipo conservo el Asno de oro de Lucio Apuleyo.

16. ¿Raya los libros?

Rayo algunos libros que son muy personales y a los que siempre vuelvo, pero rayo muy poco y muy pocos. Sin embargo, me producen tierna simpatía las personas que escriben al margen de las hojas de los libros: “¡Igual a cómo pienso yo!”,  y cosas por el estilo.

17. ¿Con qué cliché literario se (le) identifica?

En este momento con el cliché del escritor que contesta preguntas para una revista, con tono espontáneo y actitud desparpajada. Nada más cliché que el escritor espontáneo. Yo siempre preparo muy bien mi espontaneidad.

18. Si estuviera en su poder ser obedecido como gobernante, ¿qué regla le impondría a los ciudadanos?

Que no obedecieran en absoluto. Sería inflexible en hacer cumplir esa ley: –¡Cuántas veces les he dicho que no me obedezcan!

19. ¿Qué muerte célebre, de algún personaje real o de ficción, le gustaría tener?

A menudo, en los momentos más inesperados, me cae de sopetón la sospecha de que soy inmortal. Debo cotejar esa intuición antes de pensar en la respuesta que me piden.

20. Si este es su último aliento, ¿cuáles son sus últimas palabras?

“No se vayan, ya regresamos”.

.....

Luis Miguel Rivas (Colombia, 1969)

Estudió comunicación social y periodismo en la Universidad Pontificia Bolivariana. Guionista de publicidad y director de productos televisivos. Colabora para las revistas colombianas El Malpensante y Soho, el diario Universo Centro, de Medellín, y escribe en el blog Tareas no hechas del periódico El Espectador.


Libros publicados: Los amigos míos se viven muriendo (Fondo Editorial Eafit, 2007), Hoy no quiero metáforas (Fondo editorial Otraparte, en proceso de edición).

20 preguntas a Carlos Oriel Wynter Melo

20 preguntas a Carlos Oriel Wynter Melo

Por 25 secretos literarios
Tomado de:

1. ¿Escribir sobre lo público o lo privado?

Hacer público lo privado y privado lo público. Que el personaje sea un espacio para coincidir en lo privado, aún si está construido con referencias de lo público.

2. ¿Escribir de día o de noche?

Escribo, la mayoría de las veces, cuando la noche se hace día. Nunca cuando el día se hace noche: me quedan muy pocos vatios a esas horas.

3. ¿Cuál es la obra literaria más sobrevalorada?

El alquimista, de Paulo Coelho.

4. ¿Y la injustificadamente olvidada?

Los cuentos de Chester Himes.

5. ¿La obra maestra que nunca ha leído y quizá ha dicho que sí?

El Decamerón, de Giovanni Boccaccio

6. ¿Cuál es el secreto literario mejor guardado?

Roque Javier Laurenza.

7. ¿Hace daño el culto al escritor?

El escritor se hace daño a sí mismo si se ilusiona con cultos.

8. ¿Cómo reaccionaría si descubriera miles de copias piratas de sus libros en el mercado negro?

Haría vida en los lugares que frecuentan mis lectores clandestinos. Imagino que me tratarían con deferencia y pagarían mis bebidas, por lo menos.

9. ¿El Estado debe pagar para que los escritores escriban?

¿Por qué no? Al escritor le corresponde mejorar esa mala ficción que es el Estado.

10. ¿La “escritura creativa” puede aprenderse en un taller?

La escritura, sí; la capacidad creativa, no.

11. ¿Qué es un best-seller?

El camino fácil, un creador de frivolidad.

12. ¿Qué hábito envidia de otro escritor?

De algunos escritores panameños, escribir en defensa propia. Pero esto es meritorio solo en las circunstancias adecuadas, por ejemplo, 100 años de dominación extranjera. Creo que el hábito que definitivamente envidio es el de ser literariamente perfecto, como Jorge Luis Borges.

13. ¿Qué eslogan propondría para una campaña nacional de lectura?

“Si lees, podrás interpretar el mundo como quieras. Es más, los medios de comunicación no podrán decirte qué es el mundo. Hasta podrás pasar por alto esta campaña”.

14. ¿Si fuera libro cuál sería?

El perseguidor, de Julio Cortázar.

15. ¿Cuál fue el primer libro que robó o debió haber robado?

Aprecio mucho los libros que leí durante mi infancia. Y si hay que ser ladrón, mejor serlo desde pequeño (para perfeccionarse antes): 20,000 leguas de viaje submarino, de Julio Verne.

16. ¿Raya los libros?

Pero con la mayor amabilidad: uso lápiz o marcador fluorescente.

17. ¿Con qué cliché literario se (le) identifica?

Con el de la imprudencia.

18. Si estuviera en su poder ser obedecido como gobernante, ¿qué regla le impondría a los ciudadanos?

Que mis súbditos se ocupen menos buscando certezas. Economía, finanzas, proyecciones de ventas, etcétera, serían rubros que marginaría. Les ordenaría intentar lo imposible.

19. ¿Qué muerte célebre, de algún personaje real o de ficción, le gustaría tener?

La del fantasma de Canterville: seguir deambulando por mi casa, ahuyentando a sus nuevos inquilinos, hasta ser liberado por una bondadosa mujer.

20. Si este es su último aliento, ¿cuáles son sus últimas palabras?

“Tranquilos, no lloren, que este es solo un sueño más, uno del que despertaré en otro nuevo sueño...”

.....

Carlos Oriel Wynter Melo (Panamá, 1971).

Ingeniero industrial por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (México). Docente de la Universidad Interamericana de Panamá. Es director de Editorial Fuga y presidente de la Fundación para la Gestión del Arte.Colabora para las revistas Maga y Trashumancia y el diario El occidental.


Libros publicados: El escapista (Universidad Tecnológica de Panamá, 1999), Desnudo (Fundación Signos, 2001), Invisible (Fuga Editorial, 2005), El escapista y demás fugas (Fuga Editorial, 2003), El niño que tocó la Luna (Fuga Editorial, 2007), Cuentos con salsa (Editorial Norma, 2008).

20 preguntas a Andrés Burgos

20 preguntas a Andrés Burgos

El escritor y cineasta colombiano aporta sus ideas sobre el oficio y la creación.
Por 25 secretos literarios

1. ¿Escribir sobre lo público o lo privado?

Lo privado. La ficción como chisme, como ventana a las vidas ajenas. Aunque una novela o un cuento se refieran a lo público siempre estarán relatando lo privado. La narración de los grandes hitos históricos es una excusa para traernos rumores de vecinos lejanos.

2. ¿Escribir de día o de noche?

Escribir a todas horas, que no teclear. Escribir caminando, bajo la ducha, leyendo. Incluso escribir escribiendo. Escribo de día en horario de oficina. De oficina pública.

3. ¿Cuál es la obra literaria más sobrevalorada?

Tokio blues, de Haruki Murakami.

4. ¿Y la injustificadamente olvidada?

Por más que lo intento no logro recordarla.

5. ¿La obra maestra que nunca ha leído y quizá ha dicho que sí?

En busca del tiempo perdido de Marcel Proust. No es que haya dicho que la he leído, simplemente si alguien supone que lo hice no me apresuro a negarlo. Me gusta complacer a mis interlocutores.

6. ¿Cuál es el secreto literario mejor guardado?

La literatura no es tan importante como creemos quienes tenemos algún tipo de relación con ella.

7. ¿Hace daño el culto al escritor?

Tal vez, pero es parte del comportamiento humano. La mayoría de las veces no pasa de ser una nimiedad, una anécdota de hinchas que trae menos consecuencias económicas y sociales que, por ejemplo, el culto a los líderes en general.

8. ¿Cómo reaccionaría si descubriera miles de copias piratas de sus libros en el mercado negro?

Me pondría muy feliz pero haría todo lo posible para disimularlo.

9. ¿El Estado debe pagar para que los escritores escriban

No como situación permanente, pero si de vez en cuando, a modo de beca o premio. Le alivian la vida alguno para que pueda terminar una obra, no seré yo quien se queje.

Tampoco estaría mal que a algunos les pagaran para no escribir. Y lo digo sin mala leche. Hay muchos que por andar escribiendo nos están privando de su propio tiempo como excelentes profesores o promotores de lectura.

10. ¿La “escritura creativa” puede aprenderse en un taller?

¿Puede aprenderse a jugar fútbol en una escuela? Evidentemente hay elementos que se enseñan y la técnica puede ser depurada. Pero la esencia siempre vendrá del potrero, de la cancha de arenilla.

11. ¿Qué es un best-seller?

Con los best-seller a muchos escritores nos sucede lo mismo que a muchas mujeres cuando se enfrentan a otra que es muy exitosa, rica y atractiva: aunque no compartamos universos ni pretendientes no podemos evitar mirarlos con recelo.

12. ¿Qué hábito envidia de otro escritor?

La capacidad de trabajo de Mario Vargas Llosa.

13. ¿Qué eslogan propondría para una campaña nacional de lectura?

“Los libros no tienen grasas trans”.

14. ¿Si fuera libro cuál sería?

Uno de cuentos. Probablemente Autoayuda de Lorrie Moore.

15. ¿Cuál fue el primer libro que robó o debió haber robado?

Los viajes de Gulliver de Jonathan Swift.

16. ¿Raya los libros?

Soy muy perezoso para eso. Rayar libros es comprometerse, sin saber si se va a cumplir, en una cita a ciegas con la relectura.

17. ¿Con qué cliché literario se (le) identifica?

Con el de escritor joven. Cada noche los achaques me llevan a poner la alopecia más temprano en la almohada y aun así, al día siguiente, cuando me despierto, el calificativo sigue ahí.

18. Si estuviera en su poder ser obedecido como gobernante, ¿qué regla le impondría a los ciudadanos?

La estricta prohibición, so pena de muerte, de hablar en el cine.

19. ¿Qué muerte célebre, de algún personaje real o de ficción, le gustaría tener?

La de Dorothy Parker: viejo, acompañado por mi perro y un vaso de licor.

20. Si este es su último aliento, ¿cuáles son sus últimas palabras?


Se hizo lo que se pudo.´

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Andrés Burgos (Colombia, 1973)
Hizo la carrera de Comunicación Social en la Universidad de Antioquia y más tarde vivió dos años en Cuba para estudiar guión y dirección en la Escuela Internacional de Cine y TV. Combina la escritura con el quehacer  audiovisual. Escribió y dirigió el largometraje Sofía y el terco que tendrá su estreno en 2012.
Libros publicados: Manual de pelea (Norma, 2004), Nunca en cines (Norma, 2005) y Mudanza (Alfaguara, 2007).