ANTOLOGIA DE DECALOGOS LITERARIOS

"Los Diez Mandamientos, considerados útiles reglas morales para vivir en sociedad, tienen un excelente uso literario. El escritor, al contar sus historias, debería hacer que sus personajes violen constantemente estos mandamientos, en conjunto o por partes. Mientras alguien robe, mate, mienta, fornique, blasfeme o desee a la mujer del prójimo tendremos un conflicto y en consecuencia una historia que contar. Por el contrario, si sus personajes se portan bien, no sucederá nada: todo será aburridísimo."
Fernando Ampuero


Uno de los más interesantes y que recoge más sabiduría, tiene un solo postulado. Se lo leí a Alejandro Quintana y dice:

"Porque en realidad ya se ha contado todo; lo novedoso es contarlo de forma interesante".

Es muy común que los escritores, cuando gozan de cierto reconocimiento, decidan organizar sus ideas en forma de recomendaciones que suelen enumerar en listas, generalmente en forma de decálogos, muy a manera de configurar una suerte de "Tablas de la Ley"o de "Diez Mandamientos" , en los que pontifican,-con razón o sin ella, en concordancia con su prestigio y sabiduría o apenas haciendo gala de una vana pretensión un tanto ególatra- sobre sus verdades decantadas acerca del oficio de escribir.

Unos condensan verdaderas sentencias, otras son apenas esbozos que naufragan en su propia babosería; unos son un compendio de ingenio, otros verdaderos destellos de humor, mientras algunos apenas sí resbalan como peligroso chascarrillo en el reino del lugar común.

De todas maneras, en esta página recopilamos algunos de ellos, como elemento para el análisis y estudio de los interesados en el ejercicio de escribir. Muy recomendado para aprendices y aficionados, para lectores desprevenidos, para alumnos de talleres literarios y para todos los que se deleitan del bello arte de la Literatura.

Al final citamos los más ingeniosos, clásicos, reconocidos o polémicos.

Lo que comenzó como un divertimento, pasó a ser una disciplina que permite enriquecer la teoría de la creación literaria, en la voz de los maestros. La idea original parte de la página www.emiliorestrepo.blogspot.com
Comentarios y aportes, favor remitirlos a emiliorestrepo@gmail.com

sábado, 15 de agosto de 2015

Sobre los relatos policíacos, anotaciones de G.K. Chesterton


Sobre los relatos policíacos, anotaciones de G.K. Chesterton

Cómo escribir relatos policíacos es una excelente recopilación de textos de Chesterton relativos a los relatos policíacos —formada por artículos de prensa sobre todo, pero también por prólogos, reseñas y dos extractos de libros—, que incluye varios no publicados hasta el momento.

El título del libro, que corresponde a uno de los ensayos, puede confundir pues Chesterton no sólo habla de cómo escribir relatos policíacos, sino que también explica cuáles son sus méritos y su valor, qué rasgos hacen que una historia detectivesca sea buena y cuáles la estropean, y cómo influyen esos relatos en la sociedad en la que vivimos. Además, hace aclaraciones jugosas acerca del origen del género, cita y comenta los relatos que consideraba los mejores, y analiza los puntos fuertes y los débiles de varios autores. En conjunto, es todo un manual que ningún aficionado al género debería perderse y que, a quienes no lo sean, puede hacerles descubrir el interés que tienen las novelas policiales. Decía Borges que si el género policial desapareciese sólo permanecerían algunos relatos de Chesterton.

El escritor inglés quería dotar a los relatos de crímenes de una naturalidad alejada de los artificios, desviarla de enrevesados planteamientos con el fin de llegar a todos los lectores y elevarla así a los altares de la buena literatura. Porque como él mismo afirmó una vez, "[el creador de Sherlock Holmes] escribió una obra muy buena en forma popular y descubrió que, precisamente, por ser buena era también popular".

Algunas recomendaciones:

"En una novela larga, la verdad parece a menudo un anticlimax cuando habría sido ágil y brillante en un relato corto". Fuera complicaciones. La misión es siempre ir al grano del asunto.

"El relato de detectives se distingue de otro en que el lector solo está satisfecho si se siente un tonto (...) La brusca transición desde la ignorancia a la sabiduría puede ser buena para su humildad". Por eso, Chesterton se aleja de los escritores que juegan con el anticlímax: "El lector quiere que le lleves hasta el final y no le dejes tirado en una zanja".

Chesterton compara al género policíaco con el de aventuras para afirmar que es mucho más complicado dedicarse al primero: "Planificar una especie de carreras con emboscadas para que el protagonista esté en constante peligro es tan fácil de escribir como de leer. Pero concebir una trampa sin que los expertos reparen en una trampa es harina de otro costal".

"La novela de crímenes son la parte más moral de la ficción moderna. Cualquier tipo de literatura que represente la vida de un modo tan peligroso es más verdadera que cualquier otro que la represente de forma lánguida. La vida es una lucha y no una conversación".

—Un «principio preliminar: la clave de una historia de misterio radica en que el secreto debe ser simple».

—«La cualidad específica de esta clase de relatos es estrictamente eso que llamamos ingenio; es necesario que tengan inventiva, que estén bien construidos y posean agudeza, igual que un chiste en un periódico satírico».

—«Un buen relato de misterio debería limitar sus círculos como un águila que está a punto de lanzarse en picado. La espiral debería curvarse hacia dentro y no hacia fuera».

—«Para que el novelista pueda matar a alguien, antes tiene que insuflarle vida».

—«Un mal relato de misterio se va haciendo más y más misterioso; uno bueno, es misterioso y cada vez lo va siendo menos».

—«La novela de detectives es, después de todo, un drama de máscaras y no de rostros. Depende más de las personalidades falsas de los protagonistas que de las reales. El autor no puede contarnos lo más interesante de los personajes que más nos atraen hasta el último capítulo. Es un baile de máscaras en el que todo el mundo va disfrazado de otra persona y nadie tiene realmente ningún interés hasta que el reloj da las doce. Eso significa, como he dicho, que no podemos entrar en la psicología, la filosofía, la moral y la religión del caso hasta que hayamos leído el último capítulo. Por lo tanto, creo que es mejor que el último capítulo sea también el primero. La longitud del relato breve es la longitud legítima para este peculiar drama de confusión de los hechos».
Primero, unos consejos positivos:

—«La primera regla fundamental es que el objetivo de un relato de misterio (…) no es la oscuridad sino la luz. El relato se escribe pensando en el momento en que el lector comprende, y no sólo en los muchos momentos preliminares en que no lo hace».

—«El segundo gran principio es que el alma de la ficción detectivesca no es la complejidad sino la simplicidad».

—«En tercer lugar, (…) el hecho o el personaje que lo explique todo debería ser un hecho o un personaje familiar».

Segundo, unos consejos negativos:

—«Es una total pérdida de tiempo ver a la policía sospechando de alguien de quien nosotros mismos no podemos sospechar».

—«Hay una ley no escrita que obliga a que la historia avance hacia su solución, y no debería incluir un largo bucle que pueda cortarse sin afectar al auténtico nudo».

—Evitad cualquier vasta organización criminal «no porque amenace vuestra vida, sino porque amenaza vuestra alma literaria. Una vasta organización criminal es tan aburrida como una vasta recopilación de estadísticas».

Tercero, varios relativos a la relación especial entre autor y lector:

—«El relato de detectives se distingue de cualquier otro tipo de relatos en que el lector sólo está satisfecho si se siente un tonto».

—«El verdadero objetivo de una novela de detectives inteligente no es confundir al lector, sino iluminarlo de tal modo que cada fragmento sucesivo de la verdad sea una sorpresa».

—«El relato detectivesco no es más que un juego en el que en realidad el lector no compite con el criminal sino con el autor».

—«El primer valor esencial de las novelas de detectives radica en que son la primera y única forma de literatura popular en que se expresa la poesía de la vida moderna».

—«Un relato detectivesco es, en un sentido especial, un relato espiritual, puesto que se trata de un relato en el que se ponen en duda incluso las simpatías morales».

—«El arte nunca es amoral, aunque pueda ser inmoral o, lo que viene a ser lo mismo, moral, pero con una moralidad equivocada. La única emoción, incluso de una vulgar novela de crímenes, tiene que ver con la conciencia y la voluntad, e implica descubrir que las personas son mejores o peores de lo que parecen y que lo son por propia elección».

—«Mientras la constante tendencia del viejo Adán es rebelarse contra algo tan universal y automático como la civilización, y predicar la independencia y la rebelión, la novela policíaca tiene siempre presente el hecho de que la civilización en sí misma es la mayor de las independencias y la más novelesca de las rebeliones. (…) La novela policíaca es, por lo tanto, la novela del hombre. Se basa en el hecho de que la moralidad es la más oscura y atrevida de las conspiraciones. Nos recuerda que ese trabajo policial silencioso e imperceptible con el que nos regimos y protegemos no es más que una triunfal caballería andante».

—«En todas las épocas a la gente le influye más la ficción que la realidad», y eso es así porque mientras cualquier tragedia concreta le ocurre a alguien, «podemos afirmar que la tragedia de Estudio en escarlata le ha ocurrido a todo el mundo. Le ha sucedido a todo el mundo como idea, y las ideas son cosas prácticas».

—«El peculiar daño infligido por las novelas policíacas radica en que, al ser ficticias, son mucho más puramente racionales que los sucesos detectivescos de la vida real. (…) [En cambio] «la vida, en su sentido más agudo y severo, se basa en atmósferas espirituales y en emociones innombrables e impalpables. Los hombres prácticos siempre actúan basados en la imaginación: no tienen tiempo para actuar según la sabiduría mundana. Cuando alguien recibe a un oficinista en busca de empleo, ¿qué hace? ¿Le mide el cráneo? ¿Comprueba sus antecedentes hereditarios? No: hace conjeturas. Como no sabemos y no podemos saber, se ve obligado a saltar al vacío».

Tomado de:




lunes, 3 de agosto de 2015

JOEL DICKER. 31 consejos literarios


JOEL DICKER. 31 consejos literarios tomados de su libro 
La verdad sobre el caso Harry Quebert” 

Nota: Este libro, un bestseller publicado en 2013, intercala una novela negra de crímenes con unas recomendaciones sobre el arte de escribir, ya que su protagonista es un escritor enquistado en una situación de “bloqueo de autor” y evoca los consejos de su maestro. Aquí los recopilamos


1.- El primer capítulo es esencial. Si a los lectores no les gusta, no leerán el resto del libro.

2.- El capitulo dos es muy importante. Debe ser incisivo, contundente, un derechazo en la mandíbula de los lectores.

3.- Todo el mundo sabe escribir, pero no todo el mundo es escritor. Nadie lo sabe, son los demás los que le dicen a uno que es escritor. Aprende a escribir para convertirte en escritor.

4.- La vida es una larga caída. Para un escritor lo más importante es saber caer.

5.- Si un día tienes dudas sobre lo que estas escribiendo, ve y corre, sentirás nacer dentro de ti la rabia de vencer.

6.- Escribir un libro es como amar a alguien: puede ser muy doloroso, utiliza ese dolor, en tu beneficio.

7.- No renuncies nunca, sigue escribiendo.

8.- Ponte en guardia. Un libro es una batalla.

9.- Escribe solo ficción, el resto te traerá problemas.

10.- La enfermedad del escritor no es la de no poder escribir más: es la de no querer escribir mas y ser incapaz de dejarlo.

11.- Tu editor es a la vez tu jefe y tu compañero sentimental: sin él no eres nada, pero no podrás evitar odiarlo.

12.- La victoria está en ti. Basta con querer dejarla salir.

13.- Respeta los plazos. Conserva el ritmo, se tenaz y sigue un orden, eso te protegerá de tu peor enemigo: el plazo.

14.- La mayor y más difíciles de las empresas es el amor, escribe sobre ello.

15.- Convierta las ideas en iluminaciones.

16.- ¿Qué cuanto tiempo se necesita para escribir un libro? Eso depende… de todo.

17.- El sentido de la palabra es más importante que la palabra en sí. Las palabras son de todos, hasta que uno demuestra que es capaz de apropiarse de ellas. Eso es lo que define a un escritor.

18.- El ingenio del escritor radica en hacer diferente algo que todos los demas saben hacer: escribir.

19.-Conserva el control de la situación en todo momento. Perder el control de tu propio libro es catastrófico.

20.- Acepta las críticas. Tus derrotas darán sabor a tus victorias.

21.- Da todo lo que tengas, porque ese libro puede ser el último.

22.- Escribir significa que eres capaz de sentir mejor que los demás y transmitirlo después. 

23.- Escribe para ser escuchado no para ser leído.

24.- Quien arriesga gana.  Piensa en eso siempre que te enfrentes a una elección difícil en tu novela.

25.- Escribir es permitir a los lectores ver lo que a veces no pueden ver.

26.- Cuando las palabras no basten, reparte algún puñetazo… literario.

27.- Algunos escritores quieren cambiar el mundo. No seas uno de ellos.Escribe, para todos aquellos que, en su vida diaria, pasarán un buen rato con tu novela.

28.- Cuando llegues al final del libro, ofrece a tus lectores un giro argumental inesperado. Mantén al lector en vilo hasta el último minuto. 

29.- Menciona en tus libros tus grandes acontecimientos.

30.- A veces te vencerá el desaliento. No dejes nunca que te venza el cansancio o el miedo, utilízalo para avanzar, para seguir escribiendo.

31.- El poder de los escritores está en decidir final del libro, por ello, el último capítulo, siempre debe ser el más hermoso.

coda:


CITAS LITERARIAS DEL LIBRO:
  • La vida es una larga caída, Marcus. Lo más importante es saber caer.
  • Si los escritores son seres tan frágiles, Marcus, es porque pueden conocer dos clases de dolor afectivo, es decir, el doble que los seres humanos normales: las penas de amor y las penas de libro. Escribir un libro es como amar a alguien: puede ser muy doloroso.
  • Quizás su destino no era ser escritor sino ser amado por esa joven fuera de lo común; ¿podía existir un destino más hermoso?
  • No sé si los escritores son solitarios o es la soledad la que empuja a escribir.
  • Su editor es a la vez su mujer y su jefe: sin él no es nada, pero no podrá evitar odiarlo.
  • Las palabras son de todos, hasta que uno demuestra que es capaz de apropiarse de ellas. Eso es lo que define a un escritor. Y ya verá, Marcus, algunos querrán hacerle creer que un libro tiene relación con las palabras, pero es falso. Se trata de una relación con la gente.
  • Los enamorados se separan y no se vuelven a encontrar, y así terminan las historias de amor.
  • Escribir es permitir a sus lectores ver lo que a veces no pueden ver. Si sólo los huérfanos contasen historias de huérfanos, no llegaríamos a ninguna parte. Eso significaría que no podría usted hablar de madres, de padres, de perros o de pilotos de avión, ni de la Revolución Rusa, porque no es usted ni madre, ni padre, ni perro, ni piloto de avión y no ha conocido la Revolución Rusa. No es más que Marcus Goldman. Y si todos los escritores debieran limitarse a sí mismos, la literatura sería espantosamente triste y perdería todo su sentido. Tenemos derecho a hablar de todo, Marcus, de todo lo que nos conmueve. Y no existe nadie que pueda juzgarnos por eso. Somos escritores porque hacemos diferente una cosa que todo el mundo a nuestro alrededor sabe hacer: escribir. Ahí reside todo nuestro ingenio.
  • “— Harry ¿Cómo se sabe si un libro esta terminado? —Los libros son como la vida, Marcus, nunca se terminan del todo
  • Después de los hombres, habrá otros hombres. Después de los libros, hay otros libros. Después de la gloria, hay otras glorias. Después del dinero, hay más dinero. Pero después del amor, Marcus, después del amor, no queda más que la sal de las lágrimas.
  • La verdad no cambia nada de lo que puede uno sentir por otro. Es el gran drama de los sentimientos.
  • Un buen libro, Marcus, es un libro que uno se arrepiente de terminar.
  • ¿Cuánto tiempo se necesita para escribir un libro?
Depende.
¿Depende de qué?
De todo.
 “¿Qué es un editor? Un editor es un escritor frustrado que tiene un papá con suficiente dinero como para permitirle apropiarse del talento de todos los demás”.
*
Me gustaría enseñarle a escribir, Marcus, no para que sepa escribir, sino para convertirle en escritor.
-¿Y cómo sabe uno que es escritor, Harry?
-Nadie sabe que es escritor. Son los demás los que se lo dicen.”
*
Aprenda a amar sus derrotas, Marcus, pues son las que le construirán. Son sus derrotas las que darán sabor a sus victorias.”
*
Un buen libro, Marcus, no se mide sólo por sus últimas palabras, sino por el efecto colectivo de todas las palabras precedentes. Apenas medio segundo después de haber terminado el libro, tras haber leído la última palabra, el lector debe sentirse invadido por un fuerte sentimiento; durante un instante, sólo debe pensar en todo lo que acaba de leer, mirar la portada y sonreír con un gramo de tristeza porque va a echar de menos a todos los personajes. Un buen libro, Marcus, es un libro que uno se arrepiente de terminar.”

Como escribir un Best-Seller


Como escribir un Best-Seller

(Varios autores, y siguen aumentando...)


"El 'best seller' suele suceder cuando las obras admiten lecturas susceptibles de interesar a públicos diversos"


"En su origen eran libros que se vendían más. Luego el adjetivo calificó a los sospechosos de insuficiencias literarias"
 





Epígrafes de El País


Diez reglas para escribir un best seller



Por Alberto Chimal
Tomado de:

1. Como el mercado editorial tiene predilección por la novela, el libro debe ser una novela, y de hecho debe serlo en el sentido que se da actualmente al término, y que tiene que ver, sobre todo, con la forma que la novela adoptó en su gran época, allá en el siglo XIX.

2. Por lo tanto, la novela tiene que provocar una ilusión de verdad del modo más sencillo y convencional que se pueda. Esto es lo que sucede cuando se dice que un libro “atrapa”: simplemente, la prosa es tan sencilla de seguir que no llama la atención sobre sí misma. Esta prosa se presta, incluso ante el lector más distraído y menos interesado, a no ser percibida: a permitir que el lector la siga sin obstrucción alguna e imagine rápidamente sus propias versiones de sucesos y personajes.

3. Por supuesto, el lector más distraído y menos interesado es el lector al que se apunta en este caso. Es un lector que sólo quiere entretenerse, que juzga que su vida real es bastante complicada como para complicársela más con su entretenimiento y que no desea sino esto: pasar un buen rato con una obra que lo distraiga pero no lo afecte de forma duradera.

4. Esto significa que el libro no debe confrontar, cuestionar ni poner en duda ninguno de los valores dominantes en la gran población (debe ser grande, claro), a la que apunta. Debe decir lo que la gente ya sabe y acepta, y además hacerlo de una forma llamativa pero no demasiado extraña.

5. La prosa debe alternar entre descripciones vívidas del ambiente (aunque no deben ser muy largas ni complejas), detalles del pasado de los personajes y segmentos de acción. La acción puede contener lo que se desee (incluyendo sexo y violencia); los antecedentes crean la ilusión de que se conoce a los personajes y de que lo que sucede tiene importancia.

6. Los capítulos no deben durar más de 15 páginas cada uno. El libro entero debe tener un mínimo de 60,000 palabras si es “para niños o jóvenes” y 100,000 si es “para adultos”.

7. Cada capítulo salvo el último debe terminar, de preferencia, con un “gancho”: una acción no resuelta que suponga un problema serio o (mejor aún) un peligro para los personajes principales, y que se resuelva sólo en el capítulo siguiente.

8. Es mejor si el protagonista de la novela, sin dejar de tener rasgos distintivos y memorables, no tiene demasiada complejidad de carácter, para que el lector se pueda imaginar fácilmente en su lugar.

9. Es mejor también si se tiene el apoyo decidido de una editorial que esté dispuesta a gastar mucho dinero en las numerosas formas de publicidad disponibles.

10. Es todavía mejor si, como persona, el autor o autora tiene rasgos que puedan comercializarse: si tiene belleza, juventud, una biografía interesante (y, lo mejor de lo mejor, si se le puede crear una leyenda: una historia simple y sentimental pero inspiradora y llena de episodios pintorescos)…

[Los últimos dos incisos no tienen nada que ver, es cierto, con la literatura. Por otro lado cuadran perfectamente con la ideas actuales de la fama y del éxito.]


10 consejos para ser un escritor millonario

Lina Vargas

Tomado de:

1. Escriba sagas. JK Rowling con Harry Potter, Janet Evanovich con Stephanie Plum, Suzanne Collins con Los juegos del hambre y John Grisham con Theodore Boone: todos los escritores mencionados por Forbes han sucumbido al poder de las sagas. Desde trilogías hasta series de quince libros con un solo protagonista que, por lo general, cuentan la misma historia. Las sagas surgieron en la Edad Media para narrar las vidas de santos y reyes de forma muy parecida a la oralidad y, según indican las cifras, continúan siendo la fórmula mágica para los best sellers. Así que prepárese para escribir mucho. La buena noticia es que no tiene que innovar demasiado de un libro a otro.

2. Escriba como habla. Lo dijo James Patterson, el escritor más rico según Forbes, que gana noventa y cuatro millones el año pasado. “En realidad, intento que la literatura escrita se parezca a la oral y las descripciones no me interesan, creo que aburren y no aportan nada”. Si lo que usted busca es vender libros, trate que su escritura sea lo más sencilla posible. Recuerde que sus lectores quieren entretenerse con una historia digerible. Por eso huya de las metáforas muy ingeniosas y de las frases, párrafos y capítulos largos.

3. No sea tan profundo. Buena parte del éxito de los best sellers está en las historias poco complejas. Suzanne Collins, la autora de Los juegos del hambre y novena en la lista de Forbes con una ganancia de veinte millones de dólares, podría haber escrito una novela complicadísima sobre la violencia, la pobreza y la desigualdad. Lo que hizo, en cambio, fue una trilogía llena de acción y sin una gota de reflexión. Y eso la ha hecho vender veinticinco millones de ejemplares.   

4. Haga que sus personajes hablen y actúen. ¿Recuerda los monólogos de Raskolnikov, el protagonista de Crimen y castigo? ¿Recuerda que allí estaban todas las contradicciones y temores de la condición humana? Pues no se le ocurra hacer nada similar cuando esté construyendo los personajes para subest seller. Escriba sobre gente sin vacilaciones morales. Desde luego, pueden tener rasgos distintivos, pero nada que al lector le cueste imaginar. Piense, por ejemplo, en lo bien que le fue a los vampiros de Crepúsculo a punta de dilemas flojos. Eso sí, llene las páginas de su best seller con diálogos y acciones en las que todo quede explicado. En un best seller no hay lugar para las dudas.  

5. No escatime en el misterio y la intriga. No solo se trata de terminar los capítulos en punta para asegurar que el lector siga leyendo. Que sus historias sean sobre misterios, crímenes y conspiraciones le darán un puesto seguro en la lista de los más vendidos. Tenga en cuenta que existe toda una gama de posibilidades: desde las intrigas en el mundo de la justicia que tan bien ha sabido recrear John Grisham, cuarto en la lista de Forbes, hasta las conspiraciones históricas de Ken Follet, en el número catorce.   

6. Recree un par de escenas sexuales o eróticas. La maestra en este punto es, por supuesto, E.L. James, la autora de Cincuenta sombras de Grey que aunque no hizo parte de la lista de Forbes es, según la revista, una candidata fija para el conteo del próximo año. La respaldan las treinta y un millones de copias que ha vendido en el mundo. La trama es conocida: la inocente joven Anastasia Steele comienza una relación con el millonario Christian Grey. No contenta con la diferencia de clases entre los personajes, James decidió poner su vendedor toque personal: la relación entre Steele y Grey está marcada por las prácticas sadomasoquistas.

7. Añada un romance tormentoso. Si por algún motivo le da pudor escribir escenas explícitamente eróticas, empiece por el romance. Tome a Stephanie Meyer como ejemplo. La autora de la saga Crepúsculo se valió de una premisa simple: el amor siempre es tormentoso. Si no que lo digan las telenovelas latinoamericanas. Si quiere seguir por esta vía, haga que sus personajes tengan una diferencia en apariencia irreconciliable –de clase, edad o racial– que, sin embargo, superan gracias al amor.
   
8. Ubique la historia en otra época. Aunque ya está pasando el boom de las novelas históricas, la fórmula todavía puede atrapar a los lectores: haga pasar hechos inventados como si hubieran ocurrido de verdad. El lector no solo se sentirá cautivado con la trama, sino que sentirá que está aprendiendo de historia. Entre más conspiraciones pueda recrear, mejor. No olvide usar frases como: “la verdad sobre…”.

9. Atraiga a los jóvenes. Así como lo hicieron Rowling, Meyer y Collins –tres de las seis escritoras de la lista de Forbes– escriba para jóvenes. Recuerde que las estrategias de promoción están cambiando y que, además de los lanzamientos tradicionales, los libros consiguen lectores según lo mucho que suenen en blogs y redes sociales. A su libro para jóvenes –que puede ser sobre magos, vampiros, mundos apocalípticos y hasta ángeles– súmele videojuegos, películas y todo el merchandising que se le ocurra.

10. No se encariñe con sus libros. Sin excepción, los quince escritores de la lista de Forbes tienen algo en común: no paran de escribir. Patterson, por ejemplo, ha publicado más de cien novelas. Una cifra asombrosa respaldada por una decisión inteligente. Si sueña con ser un escritor de best sellers no espere a que su libro salga de las listas para empezar el siguiente. No olvide que es difícil que un libro siga vendiéndose igual de bien después de varios meses de haber salido al mercado.
Una última recomendación: usted quiere ser un best seller, así que no se preocupe por no ser un escritor más profundo. Más bien siga este consejo del muy sincero James Patterson: “Cuando comencé a interesarme por la literatura leí a autores como James Joyce o Gabriel García Márquez y me di cuenta de que mi talento no alcanzaba para escribir el Ulises. Ahora bien, poco después leí novelas como Chacal El exorcista y me dije que yo era capaz de escribir ese tipo de libros”.

A estos consejos, un portal añade estos 2:


Mucho diálogo, poca descripción

Una extensión del consejo anterior: incluir diálogo. Diálogo para todo. Si podéis describir una situación mediante diálogos, mucho mejor que hacerlo mediante párrafos largos de belleza inextricable.

Al rico cliffhanger

La gente normal (la mayoría) es perezosa. Si tiene que leer, necesita de incentivos para no dejar el libro a las cinco páginas y pasarse al Sálvame. De modo que hay que llamar la atención del lector como sea. El método más eficaz, explotado a mansalva, por ejemplo, por series como Perdidoses dejar al lector con la miel en los labios. Es decir, incluir cliffhangers: que al final de cada capítulo (capítulos cortos, por favor), se describa una situación extrema de la que nadie podrá salir vivo o se esté a punto de revelar alguna información trascendental (del tipo, Luke, yo soy tu padre), pero que no se resuelva hasta el siguiente capítulo. O hasta el otro. O ya puestos: hasta la siguiente entrega de la saga.

Y El País, anota lo siguente:


Desde que, a principios del siglo XX, se popularizaron en Estados Unidos las listas de best sellers no han faltado los intentos editoriales de fabricar éxitos instantáneos: libros de encargo basados en fórmulas estereotipadas o miméticas (como los innumerables clones surgidos al calor de El código Da Vinci) y muy pegados a las aspiraciones, angustias o curiosidades que se atribuyen a un determinado público en un momento dado. O, en sus modalidades más chabacanas y contemporáneas, que explotan el tirón mediático de ciertos famosos-por-ser-famosos que ponen en letra impresa las mismas inanidades y desparpajos que los han hecho populares en las pantallas de la tele. Convertidos de la noche a la mañana en "escritores" a cambio de un nada despreciable anticipo, sus libros ("de usar y tirar") suelen ser auténticas burbujas que estallan sin dejar más huella que la de su propia futilidad.”

De manera que no hay reglas inamovibles: cualquier libro puede convertirse en best seller. Por razones elementales de mercado, los grandes superventas suelen ser novelas: en la lista avalada por la Federación de Gremios de Editores de España sólo 1 de los 25 libros más leídos en 2008 (El secreto, de Rhonda Byrne) responde a lo que los anglófonos designan como non fiction.”

Un best seller es prácticamente impredecible. Los editores de los grandes grupos españoles rechazaron el primer Harry Potter porque les resultaba excesivamente british para nuestros niños, un tren del que se aprovecharon los independientes de Salamandra. No ha sido el único resbalón sufrido por los más grandes de la edición: ahí tienen El código Da Vinci (2003), del que se han vendido más de 60 millones de ejemplares en todo el mundo, y que en España publicó Umbriel.”

Los best sellers más llamativos son los más inesperados”

La crítica influye poco en la creación de un best seller: quizá debido a que en nuestro tiempo participa de la misma crisis de auctoritas que ha afectado a los intelectuales y a las llamadas "grandes narraciones" ideológicas. Pero existen otras formas de auctoritas que pueden hacer mucho por la venta de un libro: la de los políticos, por ejemplo. También influyen en el éxito de un libro la opinión de otros personajes mediáticos, con tal de que se hallen investidos de esa forma contemporánea de auctoritas que confiere el espectáculo.” 

Un 'best seller' de masas -una categoría en la que podrían incluirse algunos de los grandes éxitos de los últimos años, desde la serie de Harry Potter o El código Da Vinci hasta la saga Crepúsculo, de Stephenie Meyer- es un fenómeno sociológico. La publicación de cada libro, más allá de sus contenidos, se convierte en un acontecimiento por sí mismo.”

El best seller cambia al ritmo vertiginoso de las nuevas sensibilidades e intereses. Habrá best sellers mientras haya lectores.”

Más consejos
Tomado de:

¿Cuáles son las claves para ser un escritor bestseller? Editores, críticos y autores creen que no hay fórmulas, aunque sí pistas y, como siempre, una cuota de suerte. “Los bestsellers no se construyen, no lo puede hacer el autor ni la editorial”

George Martin ha dado algunas pistas sobre su éxito: “No se empieza con una saga. Empiezas con una buena historia corta y la vendes. Escribes otra y la vendes. Acabas escribiendo una historia corta al mes durante un par de años y vendes todas las que puedes hasta hacerte con un nombre y aprender los pequeños trucos del gremio”.

Así, los bestsellers dependen de muchos factores, pero sin duda una buena edición es uno de ellos”.

...los ingredientes más importantes de una superproducción nunca cambian. Y nombra dos factores para el éxito: sorpresa y originalidad. Con los años se ha sumado otro elemento: el apoyo de personajes mediáticos.”

Más allá de las cifras, editores y críticos concuerdan en que los buenos bestsellers crean lectores. También muchos imitadores.”